Las velocidades del juego

En el fútbol lo de la velocidad es muy relativo, igual que hay muchas clases de velocidades tanto cuando se habla de un futbolista como del juego en su conjunto. Está la gestual, la velocidad-resistencia, la de reacción, la de reacción-selección y la más común, la que todo el mundo entiende cuando habla de si un futbolista es rápido o no lo es, que en realidad no se llama velocidad sino fuerza explosiva.

Faltará aquí la más importante, o quizá una de las que marcan la diferencia: la velocidad de entender el juego, la de toma de decisiones y la de hacer correr el balón y poner en ventaja a los compañeros. De la que hemos hablado anteriormente, la de fuerza explosiva, pueden servir de ejemplo las dos carreras de Junior Fernandes ante Rami en la segunda parte. De la de entender el juego está claro que el sevillismo se llevó ayer un gran sabor de boca con la interpretación del partido de un futbolista como Ganso, que encontró los condicionantes ideales para explotar su fútbol y terminar de lanzar a un equipo ya de por sí lanzado.

Defensa

Sampaoli volvió a rescatar la defensa de cuatro, es decir, dos centrales, pero introduciendo a un tercer hombre en la figura de Kranevitter, que sostuvo de manera impecable el sistema defensivo y permitió a N'Zonzi proyectarse con mayor libertad y juntarse con Ganso y Franco Vázquez.

El Dinamo no obliga a muchos dispendios físicos, sólo por alguna carrera en transiciones de Soudani en la primera parte y de Fernandes en la segunda.

Ataque

La presencia de Ganso se convierte en estelar. El brasileño encuentra en el partido el ritmo ideal para su juego y tiene a su lado a cómplices de calidad. Vitolo, como antaño, encuentra más espacios que en la Liga y sólo los controles y los movimientos de Franco Vázquez retardan algo el mecanismo de enlace con los puntas. A Mariano le cuesta afinar los centros y la agresividad del Dinamo invita a pensar que habrá que sudar para llegar con claridad al área, pero el trío N'Zonzi-Ganso-Vázquez, cada uno a su ritmo, se hace dueño de la situación, mucho más cuando el rival se queda con diez jugadores. Los movimientos de Vietto, como en otros días, se antojan otra vez claves para matar el partido.

En la segunda mitad, aparece más empuje por los costados, lo que se une a la fantasía de Ganso hasta su lesión. Con los cambios y el marcador resuelto, Sampaoli piensa en el partido ante el Barcelona y con Ben Yedder y Vietto hay más ocupación en el área. Mariano y Escudero se sueltan y N'Zonzi se suma a la oleada.

Virtudes

Defender con la posesión es una garantía de evitar riesgos, mientras el ataque fue demoledor dominando muchos registros, juego por dentro, combinaciones rápidas, entradas por las bandas...

Talón de Aquiles

El desgaste de muchos titulares.

Uno por uno

Sergio Rico Escaso trabajo en esta ocasión. Atento y sobrio.

Mariano De menos a más. Fallón antes del descanso, tras él sumó y mejoró sus centros.

Rami La velocidad de Junior Fernandes le valió algún susto.

Mercado El menor ritmo del rival lo convertía en sobrado en su especialidad, la anticipación.

Escudero Otro gran partido, esta vez con el premio de un golazo y una asistencia de lujo, a lo Ganso, en el cuarto gol.

Kranevitter Colosal. Tapa con el cuerpo y con su inteligencia.

N'Zonzi El argentino le permite soltarse y fue el mejor amigo de Ganso. Un lujo.

Ganso Dio un recital con pases de fantasía y se permitió robar balones rebañando por el suelo.

Franco Vázquez Tarda una décima de segundo más de la cuenta, pero ejecuta con estilo.

Vitolo Soportó la dureza de Stojanovic, tuvo metros y arrasó.

Vietto Movimientos y un gol.

Ben Yedder Con él el Sevilla vivió más en el área. Y no falló.

Sarabia Su ejecución a balón parado dio otro gol, el tercero.

Kiyotake Buen son.