José María del Nido llegó a la presentación de Beto con la respuesta ensayada y decidido a reenviar al partido ante el Rayo Vallecano las preguntas sobre la semifinal de Copa y el resultado obtenido en el Vicente Calderón. "La verdad es que la situación del Sevilla en la Liga nos obliga a que ya no pensemos más en el Atlético. Nuestra finalísima es el Rayo, que sólo nos lleva 8 puntos". Ésa era la respuesta de fachada. Luego, -"para no ser descortés", dijo, aunque se veía que lo estaba deseando- habló sobre el optimismo que el resultado provoca ante el partido de vuelta y sobre la idea que la entidad ya tiene para convertir Nervión en una caldera.

"Este club, que está acostumbrado a organizar semifinales, la organizará como se merece y como lo que es, el paso previo a una final. Ayer ya estuvimos comentando en el AVE de vuelta de Madrid los precios que pensamos poner para las entradas y vamos a hacer todo lo posible para que sea un ambiente parecido o mejor que el de otras semifinales que hemos disputado en nuestro estadio. Habrá precios populares, los socios podrán adquirir entradas... todo lo que sea necesario sabiendo que nuestro estadio tiene capacidad para 45.000 espectadores", adelantó el presidente, que aún mantiene un pulso pendiente de solucionar con el colectivo Biris Norte.

"No os preocupéis, porque seguro que el campo se nos va a quedar pequeño. Ya hemos estado hablando y sabemos que aquí se han celebrado partidos así. Ahora, por ejemplo, recuerdo el que jugamos con Osasuna, una semifinal en la que supimos crear el ambiente adecuado", aseguró el máximo mandatario, que ve a su equipo tras la llegada de Emery sobradamente capacitado para entrar en la final: "Del Calderón me quedo con la actitud de mi equipo, la intención de mi equipo, cómo supo aguantar las embestidas físicas y futbolísticas de un rival que está haciendo una campaña de matrícula de honor. Pudimos perder por más goles, pero también pudimos nosotros ganar".

La situación es otra totalmente distinta a la de hace dos semanas. "El aire ha cambiado", dice Del Nido, que ve las ansias de los suyos reflejadas en sus rostros. "Antes de empezar el partido en el Calderón vi a mis jugadores con la cara adecuada al partido que iban a disputa. El Sevilla volvió a demostrar que tiene hambre de victoria y que hay que esperar nuevamente ese Sevilla que tiene acostumbrado a disfrutar a su afición", explica al tiempo que recuerda que el club recibió ofertas en el cierre del mercado "por siete jugadores, y tres o cuatro importantes, pero no íbamos a desmantelar la plantilla".

No obstante, el mercado en Ucrania y Rusia sigue aún abierto, como explicó, y no descartó que la plantilla actual al completo vaya a acabar la temporada, aunque tranquilizó: "No estamos negociando, pero el mercado no está cerrado".

En este sentido, Monchi, matizó que la decisión de no vender se tomó antes de salir hacia Madrid. "Desde que el AVE salió, teníamos claro que ninguno de los componentes de esa expedición estaba ya en el mercado. Así que, cualquier oferta que llegara la íbamos a escuchar por respeto, pero teníamos claro que no la íbamos a negociar. Y así ha sido, porque ofertas ha habido (fundamentalmente, por Fazio y Negredo)", matizó el de San Fernando.

El subdirector general deportivo explicó la venta de Diego López. "Era un tren que pasaba para él y para nosotros una oportunidad económica interesante y que deportivamente podíamos solucionar", matizó, aclarando que la opción de compra firmada con el Sporting de Braga en el acuerdo por la cesión de Beto es de un millón de euros con un contrato ya pactado hasta 2015.