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La voz de los hombres de plata

  • Javi Navarro y Tevenet marcan los polos que Álvarez quiere · "Todos podemos opinar", dice el ex central y el ex ariete afirma que "nada se deja a la improvisación"

Diálogo, consenso, trabajo, charlas, consejos tácticos, más trabajo... El Sevilla se prepara para funcionar como un equipo con letras mayúsculas. "Queremos un equipo que vaya muy junto, tanto a la hora de defender como a la de atacar", dice Javi Navarro, el último en llegar al cuerpo técnico de Antonio Álvarez. El baluarte de los cinco títulos se subió a una nave en la que ya funcionaba como segundo oficial Luis Tevenet. Ambos se encargan de matizar y transmitir las órdenes del capitán a la marinería, son los dos contramaestres de Álvarez, con roles específicos por sus perfiles defensivo y atacante. Pero el equipo técnico va más allá de este reparto: "Aquí nada se deja a la improvisación", dice el ex delantero. Y el ex defensa marca la pauta: "Todos podemos opinar, para que todo se interprete bien".

Álvarez les da libertad a sus ayudantes para que hablen en los entrenamientos en voz alta, pero todo está consensuado. Hay constantes charlas, la rutinaria es la de la sobremesa del almuerzo, pero incluso después de cenar continúan perfilando matices sobre cómo va la preparación.

Y viendo las sesiones de entrenamiento en Rota, llama la atención el peso que tienen los hombres de plata de Álvarez, mucho más que dos simples subalternos. Ambos marcan los dos polos que quiere el marchenero en su Sevilla: seriedad atrás, alegría arriba.

Así, a bote pronto, sería muy sencillo recurrir al tópico de que Javi Navarro es la proyección de la cara seria y Tevenet de la cara alegre, como los dos perfiles de la personalidad de Álvarez. En parte sí, y en parte no. "Quizá sea así -afirma el valenciano-. Quizá yo cumpla ese rol más serio, pero la idea es que esto lo llevemos entre todos. Siempre que haya respeto, todo se puede dialogar, con claridad, con palabras fuera de la seriedad. Queremos conseguir que el futbolista pueda transmitir cualquier cosa que le pueda pasar tanto dentro como fuera". El sevillano también se desmarca de este dualismo forzado: "No, Antonio también es muy serio a la hora de trabajar, pero en sus ratos libres siempre tiene una broma. Aquí no hay ni poli malo ni poli bueno. Hay muchas maneras de dirigir el barco y pensamos que el látigo y el chillido se está perdiendo. El futbolista, con buenas palabras y con soluciones, sabe sacar las cosas adelante".

Ambos insisten en la importancia del diálogo, de una comunicación con muchas vías: "Es importante que los jugadores expongan sus dudas. Cuando yo jugaba me gustaba exponer al entrenador las acciones que no veía claras. Tratamos de que todo se hable y si los futbolistas no lo tienen claro es difícil", dice el que fuera defensa. "Aquí estamos todos muy participativos, Antonio nos da libertad para opinar. Por lo que fue Javi y por lo que fui yo, uno lo ve de manera diferente, pero todo está consensuado por el entrenador. Antes de comentar nada en el terreno de juego ya lo hemos hablado antes para no volver locos a los jugadores", explica Tevenet sobre el peligro de la sobreinformación.

Evidentemente, cada uno aporta su experiencia en sus respectivas parcelas: "La idea es echar una mano en la parte de atrás. Quizá por la experiencia que yo pueda tener, que al fin y al cabo me la ha enseñado él. Creo que tengo una forma de pensar parecida a él en cuanto a lo que deber ser una defensa, ya que he seguido siempre los consejos suyos". "Tenemos jugadores muy verticales -dice Tevenet sobre los atacantes- y muchas veces la jugada requiere que el futbolista no esté tan abierto y que haga una diagonal para definir él mismo. Capel era un futbolista de banda que llegaba y centraba, sin embargo, el año pasado hizo dos goles y le hicieron penaltis haciendo diagonales por dentro. Son detallitos que el futbolista debe ir corrigiendo. Perotti, Alfaro,... A todos, sobre todo a los más jóvenes, se les aconseja para bien el equipo".

La idea es dar con un bloque, "con los conceptos muy claros". "Antonio es un hombre al que le gusta jugar mucho la pelota y la combinación de intensidad y rapidez es el objetivo: que todos los futbolistas tengan ese punto de jugar al límite y que a la vez puedan ser futbolistas con mucha clase. No nos centramos en que den bocados ni mucho menos. Hay que ir fuerte siempre, hay que tener contundencia y hay que ser claro con lo que uno quiere", insiste Javi Navarro. Y Tevenet matiza: "Queremos mejorar el Sevilla que se vio en nuestros dos meses. Queremos ese Sevilla impenetrable y dominador que en su tiempo todos vimos, cuando íbamos al campo con la seguridad de que iba a ganar. Y eso es lo que queremos transmitirles a los jugadores, confianza, porque con la manera de trabajar de Antonio van a volver a triunfar".

Para ello, todos aportan su granito, según el fornido ex jugador valenciano: "Estamos los tres ahí, porque cuantos más ojos hay mejor. También está Paco y esto es lo bueno de este cuerpo técnico, que todos podemos opinar. Y al final todo se interpreta bien", dice Javi, que, pese a su voz tenue y pausada, siempre se ha caracterizado por decir las cosas muy, muy claritas.

Hacer transparente el objetivo, insiste Javi Navarro: "Queremos un equipo que vaya lo más junto posible en todas las líneas, que no renuncie nunca al ataque, todo lo contrario. Que el equipo se mueva junto. La idea es tener claros los conceptos". Y Tevenet tercia: "Buscamos un equipo aguerrido, trabajador, intenso, rápido a la hora de jugar el balón y robarlo. Tenemos bandas muy rápidas, delanteros con mucho gol y participación en el juego aéreo". Pero esto es el trabajo de laboratorio. Ambos tienen cautela y Javi recuerda: "Luego sabemos cómo es el fútbol y a veces, por mucho que trabajes, no consigues lo que quieres". Por horas de charlas y de trabajo, desde luego, no va a quedar.

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