El A400M lleva al sector aeronáutico andaluz a rebasar los 2.000 millones

La industria aeronáutica andaluza vuelve a crecer al calor del A400M. Tras los años de incertidumbre que rodearon al avión militar de Airbus, el despeje y apuntalamiento de su futuro han servido para dar un nuevo vigor al sector en la comunidad. La entrada del programa en ramp-up, es decir, el aumento de su cadencia de producción, se convirtió en el motor que tiró del sector en la región el año pasado, lo que llevó al tejido empresarial a superar por primera vez en su historia la barrera de los 2.000 millones de euros. Concretamente, su facturación subió un 10,9%, hasta 2.060 millones, lo que supuso una importante variación con respecto al alza del 6% experimentada en 2012.

El empleo también se benefició del hito: se sumaron 395 nuevos puestos de trabajo, hasta un total de 11.685, según los datos del Informe del Sector Aeroespacial en Andalucía2013, elaborado por la Fundación Hélice y presentado ayer en Sevilla. Y todo ello, pese a la pérdida de los 300 empleos contemplados en el plan de viabilidad de Alestis, el único proveedor de primer nivel (tier one) andaluz, que tomó medidas difíciles para salir del concurso de acreedores. Precisamente, este escollo fue el que no permitió que el aumento del empleo superara el avance de 2012, cuando se contrataron 488 profesionales, un 4,5% más.

En este contexto de color de rosa, las empresas tractoras, fundamentalmente Airbus, la única con presencia física en Andalucía, fueron las que tuvieron el mayor protagonismo. Y es que incrementaron su facturación un 14,9%, es decir en 167 millones, hasta los 1.288,8, gracias al aumento de la cadencia de producción del A400M, avión que se ensambla en la factoría del grupo en Sevilla, y del que el año pasado fabricó cuatro unidades, este año hará 11, en 2015 17, y en 2016 otras 25. "Este programa ya aporta el 20% de las ventas totales del sector aeroespacial en Andalucía y eso que su ramp-up apenas comenzó el año pasado", subrayó ayer el director de Hélice, Arturo de Vicente, en la presentación del informe.

Su traducción en puestos de trabajo fue de 179 profesionales contratados en Airbus Military -división integrada en la actual Defensa y Espacio-, un 6,2% más, hasta un total de 3.073. El impulso de otros programas como el CN235 o el C295 también ayudó al dinamismo del fabricante aeronáutico.

Frente a las cifras de las tractoras, las empresas auxiliares presentaron un comportamiento más modesto, aunque también positivo. Éstas agrupan a las tres tier one que operan en Andalucía (Alestis, Aciturri y Aernnova), las 91 subcontratistas de la región y las 19 firmas que tienen otra actividad distinta de la aeronáutica, pero que aportan valor al sector. En conjunto, sus ventas subieron un 4,7%, hasta los 771,3 millones. Emplearon a 8.612 personas, un 2,6% más, a pesar de la destrucción de empleo que supuso la entrada en vigor del plan de viabilidad de Alestis, que contemplaba en torno a 300 despidos. La inversión de estas firmas en I+D bajó a 37,2 millones por el fin de proyectos de colaboración público-privada.

El consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, dijo que estas cifras ponen de manifiesto que "pese al azote de la crisis, Andalucía se consolida como la segunda región aeronáutica nacional y uno de los tres polos más importantes de Europa". Incidió en que el sector ya aporta el 1,49% del PIB (Producto Interior Bruto) total de la comunidad, frente al 1,27% de 2012, y el 19% del PIB manufacturero.

Sin embargo, también hubo tiempo para poner el acento en los déficits de esta industria. El estudio refleja que la dependencia del tejido andaluz con respecto a Airbus va en aumento. De hecho, los productos de la compañía representaron el 84% de las ventas globales de 2013 frente al 73% del año anterior, sobre todo, por el citado empuje del A400M. Las firmas auxiliares también se volcaron con la compañía, pero la cuota no fue tan elevada, sólo del 59%.

Con respecto al peso de las diferentes áreas aeronáuticas, el año pasado se constató un cambio de ciclo. Después de ejercicios de crecimiento, la actividad de ingeniería cambió de tendencia debido a la falta de nuevos programas. "Ha llegado el momento de pasar a la producción, por lo que el diseño se queda en un segundo plano", explicó el director de Hélice. Por ello, la ingeniería experimentó una caída del 3,1% en su facturación, y del 4,4% en el empleo. Sin embargo, subieron un 16,2% las tareas de montaje final y un 13,6% las de montaje de grandes conjuntos.