El Banco de España intervendrá Cajasur si no se fusiona en 5 días

La fusión unicaja-cajasur Fernández Ordóñez lanza un ultimátum a la caja cordobesa

La entidad cordobesa debe acatar el plan de negocio diseñado por la consultora Boston International Group, que contempla hasta 1.000 despidos de 3.100 empleados, o correrá la misma suerte que la CCM

El presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, el miércoles, en su salida del consejo de administración.
El presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, el miércoles, en su salida del consejo de administración.
F. J. Domínguez / Córdoba

27 de noviembre 2009 - 05:02

Ultimátum del Banco de España a Cajasur. Ya no valen dilaciones. O acata los planes de negocio planteados sobre la mesa y pone a trabajar a sus técnicos con los de Unicaja en el camino de la integración o se producirá la intervención del organismo regulador. El plazo: cinco días. La fecha: 1 de diciembre.

Precisamente, el consejo de administración de Unicaja aprueba esa misma jornada el informe de la consultora Boston Internacional Group, que opina que existe un excedente de casi 1.000 empleados en la plantilla de la caja cordobesa, lo que supondría un elevado número de despidos de consumarse la fusión, según afirman fuentes de Cajasur cercanas al Cabildo. Y es que para el día citado se espera el acatamiento por ambas partes -el comité directo de Unicaja ya lo ha suscrito- y para antes del 7 de diciembre, lunes festivo, la aprobación definitiva por los consejos de administración. De no ser así, el 10 de diciembre se produciría la intervención, acompañada de la consiguiente liquidación y de la posterior subasta de la caja. Todo ello según al articulado del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), sin garantías laborales y con la frialdad del Banco de España en estos procesos.

El Banco de España se pone firme porque ve que las posturas son inamovibles pese a las continuas recomendaciones de los últimos meses. El presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, estuvo ayer de nuevo en Madrid después de que el consejo de administración de la caja cordobesa aprobara por mayoría el rechazo al plan de negocio que plantea la citada consulta, según el cuál, tendría que prescindir de casi 1.000 trabajadores. Fuentes de toda solvencia indicaron ayer a este diario que Braulio Medel también estuvo ayer en las oficinas del Banco de España, aunque no confirmaron que estuviera frente a los técnicos del regulador a la vez que Gómez Sierra y pese a que fuentes oficiales de la entidad malagueña desmintieran que Medel acudiera a la capital.

Según precisaron desde la caja, los términos en los que se expresa la consultora son "inadmisibles", pero la realidad gravita en torno a que el Banco de España no entiende matices laborales más allá de que si la entidad cordobesa no se une a la malagueña según el tiempo y la forma acordada el pasado viernes en la sede del órgano regulador, el futuro de Cajasur está abocado al camino que ya siguió Caja Castilla-La Mancha, con todo lo que ello conlleva para el empleo y para los órganos directivos de la caja. Las fuentes consultadas señalaron que si Cajasur y Unicaja no llegan a un acuerdo antes del 1 de diciembre, la entidad cordobesa sufriría la intervención y con ello Cajasur saldría a subasta en un mes sin ninguna garantía para el empleo.

La cronología seguida desde el viernes pasado por ambas entidades es complicada y está repleta de encuentros y de vaivenes. A final de la semana pasada se celebró el conocido encuentro en el Banco de España en el que el órgano regulador advirtió de que o la fusión se fraguaba antes de final de año o las consecuencias para Cajasur serían gravísimas. Según ha podido saber este periódico, la palabra intervención no salió en la conversación a las claras pero planeaba en el ambiente el viernes pasado. La dura advertencia del Banco de España de entonces caló de tal manera que el lunes pasado se produjo un nuevo encuentro entre los presidentes de las dos entidades que no ha trascendido. En la reunión estuvieron, aparte de Medel y de Gómez Sierra, los directores generales, Antonio Barral -Cajasur- y Miguel Ángel Cabello -Unicaja, además de Santiago Cabezas, hombre de confianza de Gómez Sierra y que se ha convertido en uno de los urdidores del proceso.

En este encuentro ya se trabajó con los supuestos que planteaba la consultora Boston Internacional Group, cuyos primeros borradores estaban listos el pasado lunes, aunque sus versiones definitivas no llegaron a Cajasur hasta el martes por la noche, según las fuentes consultadas. Al día siguiente, el presidente de Cajasur sometió a votación su propuesta sobre el informe de la citada consultora, que fue rechazado por la mayoría de los consejeros. Así, los seis miembros del Cabildo, los cinco del sector de impositores y los representantes de IU y de los trabajadores -de Aspromonte- se sumaron al rechazo de plan de negocio que planteaba un excedente de 1.000 empleados en la caja cordobesa. Por otra parte, los representantes del PSOE -excepto la alcaldesa de Peñarroya Pueblonuevo, Luisa Ruiz, quien se ausento-, y uno de los dos del PP -el otro, Miguel Contreras, se abstuvo- votaron en contra de la petición del presidente, que solicitaba una censura del citado plan de negocio.

En cualquier caso, fuentes del PSOE y del PP manifestaron ayer que en este proceso se están planteando muchas situaciones inexplicables. Una de ellas es el hecho de someter un informe como el de la consultora a votación y otra reside en la gestión que asume Santiago Cabezas, antes director de Recursos Humanos, al frente de las negociaciones cuando es el director general, Antonio Barral, quien debería capitanear el proceso junto al presidente.

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