Análisis
Rafael Salgueiro
Oxfam y su cruzada contra los ricos
La incertidumbre sobre qué puede pasar con los aranceles a productos como el aceite de oliva o la aceituna es total, aunque todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que la solución, si llega, será política.
De momento, se pueden dar varios escenarios: el primero es que la UE y EEUU lleguen a un acuerdo para la retirada de los aranceles. A tenor del entusiasmo de Trump tras el permiso de la OMC, no parece probable y sería quizás más factible un retraso de la fecha de aplicación, fijada para el 18 de octubre.
El segundo es que se eliminen muchos de los 1.500 productos europeos de la lista de los aranceles. Según afirma Eduardo Martín, de Asaja-Sevilla, las tasas, si se aplican tal cual, están valoradas en 14.000 millones de euros, muy lejos de los 6.850 autorizados por la OMC. Por tanto, para ajustarse a derecho, EEUU tendría que eliminar más del 50%. Ahí, en teoría, podría jugar un papel clave el Gobierno de Sánchez, en forma de presión política, para beneficiar a productores e industria española.
Otra posibilidad tiene que ver con el hecho de que la OMC sancione a EEUU el próximo mes de enero por las ayudas a Boeing. En marzo, ya falló que éstas fueron ilegales –ascendieron a entre 15.000 y 20.000 millones de euros– y dio un plazo al país para subsanar las irregularidades. Si no cumple y la OMC falla a favor de Europa, habría igualdad de condiciones entre EEUU y la UE a la hora de negociar –Europa ya tiene una lista de productos a los que impondría una tasa– y probablemente el conflicto aeronáutico y sus consecuencias arancelarias estarían en vías de solución.
El problema es que esto, si pasa, sucederá en cuatro meses y mientras, como afirma Rafael Picó, el director de Asoliva, EEUU asestará un golpe a productos como el aceite de oliva con consecuencias imprevisibles. Volver al consumidor tras unos meses sin estar presente “no se consigue de la noche a la mañana” y hace falta “poner dinero encima de la mesa”, dice Picó. El peor escenario, de todas formas es el de la aplicación indefinida de los aranceles.
Asaja, COAG y Cooperativas Agroalimentarias piden una solución rápida al conflicto y “máxima presión” por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, que en este caso contará como aliado con los dos pilares de la UE, Francia y Alemania. Si no hay salida, apuestan por compensaciones, como las de EEUU a sus productores por el conflicto con China, que ascienden a 24.000 millones de dólares. La política de la UE, en este sentido, es errática: hace dos meses anunció compensaciones al sector vacuno irlandés por la incertidumbre del 'Brexit' por valor de 81 millones mientras el sector aceitunero aún continúa esperando por los aranceles de Trump a la aceituna negra.
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