La campaña electoral viene calentita desde antes de arrancar. Lo previsto. Sólo hay que escuchar (o leer) la resaca de la primera noche de mítines para comprobarlo. Y eso que aún no se podía ni pedir el voto a los sevillanos. Los socialistas han califican de “acto de desobediencia” que el candidato popular a la Alcaldía, José Luis Sanz, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, mantuvieran el acto de apertura en la plaza del Albaicín pese a la “prohibición expresa y tajante” emitida por la Junta Electoral al tratarse de un espacio público. El reproche del Partido Popular se debe a “los insultos recibidos” por miembros del Partido Socialista durante el evento celebrado con el mismo propósito. Y hay más. Sanz quiere que el alcalde Antonio Muñoz le recrimine a su jefe Pedro Sánchez sus acuerdos en el Congreso con EH Bildu, que lleva en las listas a condenados por ETA. De la micro a la macro política. La igualdad en las encuestas no mejorará el panorama antes de las urnas. El objetivo es claro, manchar a Moreno y ligar a Sánchez.

Contemos algunos detalles. Los socialistas recuerdan que en la resolución de la presidenta de la Junta Electoral de Zona de Sevilla se establecía que el acto de Sanz y Moreno no podía iniciarse antes del comienzo oficial de la campaña electoral, ya que “la ley electoral no permite la celebración de este tipo de actos en espacios públicos previos al arranque oficial”. Las 00:00 horas del 12 de mayo. “En cambio, el acto de campaña del PP estaba previsto desde las 20:30 horas en la Plaza del Albaicín, una plaza pública. Por tanto, sin autorización”.

“Siguieron adelante con el acto de campaña a pesar de que se les había notificado previamente la resolución de la Junta Electoral de Zona con la prohibición. Y si de las maniobras de Sanz se puede esperar ya cualquier cosa, no es de recibo esta desobediencia por parte del presidente de la Junta de Andalucía, que es la máxima autoridad en la comunidad autónoma. Sanz ha metido al propio Moreno en este acto de desobediencia”, advierten desde el PSOE de Sevilla.

Los populares pusieron sus miras en dos asuntos. El primero, “los insultos recibidos” durante el inicio de campaña del PSOE, “en el que tanto el secretario general de los socialistas sevillanos, Javier Fernández, como el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, y el candidato socialista a la Alcaldía llamaron a Sanz ‘triste’”. Sanz lamenta que “a falta de propuestas para Sevilla y de capacidad para gestionar nada, Muñoz y Espadas recurren al insulto y al desprecio, pero no se dan cuenta de que en realidad están insultando a los sevillanos, que están hartos de que se tomen la ciudad a cachondeo”. Por este motivo, el alcaldable prometió que por cada insulto que reciba del PSOE, presentará diez propuestas para los barrios.

El presidente del Gobierno visita hoy Sevilla para asistir a un acto de los socialistas

El segundo y con motivo del acto de campaña previsto hoy por los socialistas con la participación del presidente del Gobierno, Sanz manifiesta que “el alcalde socialista de la ciudad, donde vivieron Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García tiene que aprovechar para preguntar a Pedro Sánchez por esos siete asesinos que aparecen en la lista del partido que pacta con el PSOE, así como por los otros 37 condenados por terrorismo que también aparecen en las listas” de EH Bildu en el País Vasco y Navarra.

“Muchos sevillanos no entenderán nunca que el PSOE de Muñoz se haya entregado a los herederos de ETA, que tanto daño hizo en nuestra tierra. Y mucho menos comprenderán que el alcalde socialista calle y sea sumiso a Sánchez”, antes de reiterar que “Muñoz antepone los intereses de su partido y Sánchez a los de la ciudad y los sevillanos”.

El primer día de campaña tuvo algo más que crispación política. Cayeron las primeras promesas. El candidato del PSOE propuso un gran acuerdo y un plan estratégico para los mayores de la mano de las asociaciones y el candidato del PP anunció una oficina para coordinar las obras y “acabar con la parálisis y el caos de ocho años”. Muñoz apuesta por una ciudad donde las personas mayores tengan a su alcance todos los servicios básicos evitando desplazamientos “largos e innecesarios. Esto afecta a los servicios públicos, pero también al comercio de proximidad y los negocios tradicionales. Tenemos margen para desarrollar una acción que podamos acordar en esta mesa orientada a incentivar un modelo de comercio amable y adaptado a las personas mayores”. Sanz creará una Oficina de Coordinación y Planificación de obras que dependerá de la nueva Gerencia de Urbanismo, “desde donde se liderarán y controlarán las grandes actuaciones y obras de la ciudad”.

Minerva Salas y José Luis Sanz en un reparto electoral en Nervión.