Antonio Muñoz se come la sandía. Lo hace con cubana rosa y en una de las furgonetas que pueblan el mercadillo dominguero de Pino Montano. Imagen fresca para un mayo veraniego, aunque este domingo, por fin, el termómetro ha bajado de los 30 grados. Un poco de alivio para esta campaña que ha tenido el fin de semana uno de los puntos más álgidos con el mitin de Pedro Sánchez en Fibes, que tantos titulares ha deparado. Desde la Agencia Aeroespacial al derecho al olvido de los antiguos pacientes oncológicos, pasando por Biden y la Casa Blanca.

En cualquier campaña electoral sevillana que se precie no puede faltar un clásico: la necesidad de refrescarse en verano en espacios públicos, ya sea en forma de piscina o de playa artificial. Ésta última tuvo como abanderado a Alejandro Rojas Marcos, que en 1999 propuso aprovechar el meandro de San Jerónimo para que los sevillanos no se vieran en la obligación de desplazarse a Matalascañas o Chipiona cuando el termómetro rozara los 40. Pretendía emular aquella mítica playa de María Trifulca de la que tanto habló en su día el recordado periodista Nicolás Salas.

No muy lejano en el tiempo, aunque fuera de campaña electoral, Juan Ignacio Zoido presentó un proyecto (del que nunca más se supo) de aprovechamiento de la dársena del río, que incluía piscinas artificiales para el disfrute de los sevillanos. Cayó en el máximo de los olvidos.

Un "refugio climático"

En este mayo de 2023 no podía faltar tampoco el derecho al remojón. El alcalde de Sevilla y candidato socialista ha anunciado este domingo un proyecto cuyo nombre, al menos, resulta refrescante: la Ciudad del Agua, que, así, de primeras, parece un nuevo parque de atracciones dispuesto a competir con Isla Mágica y el antiguo Guadalpark. Lo cierto es que la propuesta nace con la idea de convertirse en lo que los expertos denominan “refugio climático” ante los cambios medioambientales que se avecinan (con permiso de los negacionistas).

Además, anunció la construcción de cinco piscinas para el ocio de las familias en distintos barrios. Ni un sevillano sin su chapuzón municipal cuando llegan las calores. Y todo esto, con un alcalde disfrutando de una fruta típicamente veraniega: una tajá (perdonen el vulgarismo) de fresca sandía, degustada en el mercadillo de Pino Montano, con típica furgoneta blanca de fondo.

Al este de la ciudad

José Luis Sanz y Rocío Díaz en una estación de Metro.

Este primer fin de semana electoral ha tenido al Distrito Este de la ciudad como protagonista. PSOE y PP se han enzarzado en una discusión sobre la renovación del parque de viviendas de Alcosa, donde pudimos ver al candidato popular, José Luis Sanz, desayunando con una animado grupo de vecinas. Por allí anduvo la candidata de Vox, Cristina Peláez, que se desplazó hasta el mercadillo dominguero de Alcosa para explicar los planes que tiene para esta zona densamente poblada y que sufre un calvario en sus desplazamientos.

Vivir al este de la ciudad es como hacerlo en una “isla”. El término “aislado” no es mío, lo ha empleado este domingo Sanz al referirse al transporte público. El alcaldable del PP garantiza que la Junta otorgará idéntica “prioridad” a la línea 2 de Metro (que llega a Sevilla Este) que a la 3, donde los primeros movimientos de tierras ya han comenzado tras los trabajos arqueológicos. La Consejería de Fomento lo ha anunciado este domingo de campaña. Su titular, Rocío Ruiz, se subió con Sanz al transporte subterráneo, cuyo desarrollo juega un papel fundamental en estos comicios. Los socialistas, en respuesta, recuerdan la apuesta por el tranvibús.

Cultura y turismo

El candidato de Cs, Miguel Ángel Aumesquet, se fue de ruta dominical a la Plaza del Museo. Quiere un ICAS que oferte cultura enfocada más a los sevillanos que a los visitantes. Eso suena a lo que dijo Sandra Heredia (Adelante Sevilla) el sábado, cuando visitó Triana y antepuso el comercio local al “tsunami turístico”.

La campaña encara su primer lunes, en una semana que se prevé fresca y hasta con lluvia. Habrá que esperar para darse el chapuzón en la piscina.