El reloj marcaba las 6:10 del Lunes de Pentecostés. El cielo empezaba a anunciar el alba. La Hermandad de San Juan del Puerto acababa de rezarle la salve a la Virgen del Rocío, cuya procesión comenzó tres horas antes. A las 3:12 los almonteños habían saltado la reja. La próxima filial en visitar era Cádiz. En ese momento el paso -estrenado dos semanas antes en Almonte- se venía abajo. Lo había hecho muy pocas veces desde que salió del santuario. Según relata uno de los presentes, sólo en cinco ocasiones. De pronto, empezó a comentarse entre las miles de personas allí congregadas que algo extraño ocurría. Las andas volvían a caer al suelo. Una vez levantadas, a pocos metros de la casa hermandad de Triana, el rumor se convertía en noticia: la Matriz de Almonte suspendía la procesión tras romperse un banco del paso. 

Banco del paso de la Virgen del Rocío que se ha quebrado.

La confirmación llegaba instantes después. La Virgen no se adentró en el real, sino que tomaba por el Paseo Marismeño por el que había discurrido horas antes. Todo se precipitaba. Entre aplausos y vítores la Blanca Paloma regresaba a su templo. Se dejaba el camino expedito para que la vuelta se realizara cuanto antes y sin que las andas se cayeran más. Entraba en el santuario a las 6:20, momento en que se cerraban las puertas de la entrada principal. Poco después, se volvían a abrir, ya con las camaristas junto a la la Patrona almonteña rezando la salve. El acto principal de la romería del reencuentro había acabado mucho antes de lo previsto. 

Hasta el momento de la rotura, la Virgen había visitado a unas 20 hermandades de las 125 filiales. Ni un tercio de la nómina. El largo listado de filiales a las que no había acudido comenzaron a trasladar sus simpecados al santuario para rezar, con sus sacerdotes, la salve ante la Reina de las Marismas. Allí los recibía el presidente de la Matriz, Santiago Padilla. Una de las primeras de la capital hispalense en hacerlo fue Triana, sobre las ocho de la mañana. Sevilla Sur acudió sobre las 10:30 y Gines casi una hora después. Todas salían por la puerta de la marisma.

La Hermandad de Aznalcázar reza la salva ante la Virgen, dentro del santuario.

La estampa con la hilera de simpecados en los aledaños del santuario volvía a repetirse 11 años después. Fue en 2011 cuando la procesión de la Virgen también conoció un final precipitado. Aquel Lunes de Pentecostés la causa de la suspensión estaba relacionada, de igual modo, con un incidente ocurrido en el paso: la rotura de un varal. Ocurrió poco después de que la Blanca Paloma visitara la casa de las camaristas. Ya con el sol fuera, entre las ocho y las nueve de la mañana. 

En esta ocasión, el motivo ha sido la rotura de un banco, nombre que recibe en Almonte el travesaño en el que los almonteños meten el hombro para llevar a su Patrona. Son cuatro en total. El que había sufrido el incidente era el situado en el lado derecho (el izquierdo si el paso se mira de frente). Algunos de los presentes afirmaron que la rotura se había producido en dos y no en uno, como informó la Matriz en un comunicado. Una vez en el presbiterio, el extremo delantero de este banco fue cubierto con un centro de flores. 

Empiezan a cerrar la puerta de la entrada principal del santuario cuando la Virgen regresa.

Estas piezas suponían una novedad dentro del paso estrenado dos semanas antes en la procesión por Almonte (la Función). Están realizados en aluminio aeronáutico (material empleado en el conjunto de las nuevas andas) y recubiertos de caucho. De la estructura general del paso se ha encargado la empresa sevillana Inespasa, bajo la dirección de Antonio Ramírez. Por su parte, Cristóbal León y Joaquín Cruz son los diseñadores del proyecto técnico de la peana sobre la que se alza la Virgen. Ambos han fabricado la estructura interna del paso. A ellos se han sumado tres ingenieros industriales almonteños: José Moreno, David Vega y Miguel Ángel Gallardo. El primero de ellos se ha hecho cargo del diseño, del proyecto técnico y del cálculo estructural del palio y de las nuevas andas, así como del diseño de las cogidas de los varales. 

En cuanto a la decoración, el labrado del revestimiento de la base, la peana y los varales ha corrido a cargo de Ramón León, mientras que la parte exterior del palio del templete es obra de Villarreal. Ambas firmas son sevillanas. Al jerezano Fernando Calderón ha correspondido el bordado del interior del palio. Buena parte del coste de las nuevas andas ha sido sufragado por la familia del Litri, dinastía onubense de toreros muy vinculados a la devoción rociera. 

Las camaristas rezan la salve una vez que la Blanca Paloma ha vuelto a su altar.

El nuevo paso ya tuvo una primera revisión en Inespasa después de ser estrenado en las calles de Almonte durante la procesión del 22 de mayo. Uno de los aspectos que más se comentó de aquella salida fueron los numerosos cortes en pecho, cuello, brazos y cara que habían producido las nuevas andas. A ello se sumó que la superficie superior de la peana se había levantado, un incidente que no fue a más y que se solventó con cinta adhesiva. 

La Matriz ha informado este lunes por la tarde de que, en dicha intervención al poco de estrenarse, fueron repuestos los cuatro bancos, tras la presión que habían sufrido en la procesión por el pueblo. Sólo se tuvo una semana para las mejoras, ha admitido el presidente de la corporación almonteña, Santiago Padilla, durante una rueda de prensa, en la que ha adelantado que se van a estudiar los motivos que han provocado dicho incidente. Ha reconocido "debilidades en la estructura" del nuevo paso, tras lo cual ha incidido en que no es momento de buscar culpables, sino de aportar soluciones, las cuales "no son fáciles". Ha acabado su intervención haciendo un "llamamiento a la unidad" de los rocieros en "momentos difíciles". 

Pese a que la procesión de la Virgen del Rocío había finalizado a las 6:20, la circulación de vehículos por la aldea quedó prohibida hasta las 13:45, momento en que se permitió el tránsito de coches. De esta forma, se garantizaba la seguridad en la salida de las hermandades que tenían previsto en las primeras horas del lunes el inicio de su regreso. El final precipitado de la procesión provocó que muchos peregrinos y visitantes que habían acudido a la aldea el fin de semana adelantaran su vuelta, por lo que desde bien temprano se veían personas cargadas con maletas y neveras. Un incidente que, de alguna manera, mermó el ambiente y las ganas de fiesta en las casas del Rocío, donde se ha vivido con sabor agridulce este cierre inesperado de la romería más esperada de los últimos tiempos.