La normalidad llega también al calendario rociero. Tras verse alterado dos años por la pandemia del Covid, los hermanos de la Hermandad Matriz de Almonte han decidido este jueves, reunidos en cabildo extraordinario, que la Blanca Paloma continúe en el municipio onubense –del que es patrona– hasta la víspera de Pentecostés, como es costumbre cada siete años, cuando es trasladada a la parroquia de la Asunción. Por tanto, será el 29 de mayo, domingo previo a la romería, cuando se efectúe el traslado a la aldea.
Se despejaron las dudas. Desde que se derogaron las restricciones sanitarias más severas contra el Covid, que, entre otros aspectos, restringían el culto público, mucho se había especulado con un posible regreso de la Blanca Paloma a su santuario antes de que acabara 2021. Rumores argumentados en la mejoría de la situación sanitaria que se está viviendo actualmente y que haría factible dicho traslado en próximas fechas. Con tal intención, la Hermandad Matriz convocó el pasado jueves un cabildo extraordinario, en cuyo orden del día se encontraba facilitar información sobre la evolución de la pandemia.
Para ello, en días previos la junta que preside Santiago Padilla se había reunido con representantes de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y con el Ayuntamiento almonteño para ahondar en la situación sanitaria y en las posibilidades de afrontar el traslado de la Virgen en las actuales circunstancias. Una información que se le detalló a los hermanos de la corporación en el cabildo, celebrado en la parroquia del municipio, que registró un lleno absoluto.
Pasadas las once de la noche (el cabildo comenzó a las 21:00), Padilla informaba de que, ante la aclamación de la mayoría de los allí reunidos, la Virgen del Rocío volverá a la aldea en mayo, con lo que se cumplirá el calendario habitual que se sigue cuando la Blanca Paloma se encuentra en este municipio. Por tanto, la vuelta tendrá lugar una semana antes de Pentecostés, es decir, el domingo 29 de mayo, cuando regrese con las galas de Pastora.
Una semana antes, el domingo 22 de mayo –y siempre que las circunstancias sanitarias lo permitan–, tendrá lugar la procesión de Reina por las calles de Almonte, que se decoran profusamente para una salida que sólo se presencia cada siete años. También en esta procesión se estrenaría el nuevo paso, obra de Ramón León. Las primeras piezas que ha cincelado el orfebre sevillano se encuentran expuestas en la muestra Jubilar Rocío, que se celebra, hasta noviembre, en la Iglesia de los Terceros y en la Fundación Cajasol. Precisamente estas nuevas andas se han diseñado con la intención de aligerar el peso de las anteriores (obra de Cayetano González en 1934) y evitar que se venga tantas veces abajo, especialmente en la procesión en Almonte.
La tercera procesión sería la del Lunes de Pentecostés, ya en la madrugada del 6 de junio, como colofón de la romería que, dos años después, volvería a celebrarse. Con tal intención, a principios de septiembre el presidente de la Matriz anunció que antes de que acabara 2021 comenzarían las primeras reuniones con los responsables del Plan Romero, el gran dispositivo de seguridad que se organiza cada año para esta importante peregrinación y que había que volver a “engrasar” tras dos ediciones suspendido por la pandemia.
