Violeta: "En el amor hay un punto que no se puede controlar"
Presentará su nuevo álbum, 'Violeta', en Almería (25/10), Granada (31/10) y Sevilla (12/12)
Violeta Hódar (Motril, Granada, 2001) salió el año pasado de la famosa Academia de Operación Triunfo. Sin aferrarse a esos singles de usar y tirar, la intérprete ha apostado por confeccionar un álbum delicado. Con mimo y tiempo. Antítesis del modelo que abandera la industria musical. El resultado es Violeta, una relectura de La Traviata que mezcla diferentes estilos, que usa un lenguaje para enamorar a la Generación Z y que navega de la pasión al dolor pasando por el amor libre, sin importar el género. Lo presentará en Almería (25/10), Granada (31/10) y Sevilla (12/12).
Pregunta.El año pasado, por estas mismas fechas, estaba de gira con sus compañeros de Operación Triunfo. Ahora, presenta su nuevo álbum con un concepto y una idea totalmente reposada. Una rara avis en la era de TikTok.
Respuesta. A ojos de la industria puede parecer que ha sido un trabajo que llega un poco tarde, pero creo que hay una corriente que lleva al consumismo rápido con la que no me siento reflejada. Esta era la única forma que entendía de hacer el disco para ser fiel a mí misma. El único camino con el que me siento cómoda. Era muy importante hacer un álbum de calidad con el que sentirme representada. Ha salido cuando consideraba que tenía que salir.
P.Un camino marcado por La Traviata, la ópera más famosa de Verdi. Otra rareza.
R.Me llamo Violeta porque mi madre cuando estaba embarazada de mí fue a ver La Traviata con mi padre y decidieron que me llamarían como a la protagonista. Un día, estando en el estudio, me vino la epifanía. Como cuando estás en un bosque y tienes el árbol tan cerca que no lo ves. Mi nombre ya venía con un contexto artístico y me parecía bonito honrar el origen, porque este disco es el comienzo de todo. Es el origen de mí como artista y hay un guiño hacia mí como persona
P. Arranca diciendo: "Por la fuerza del amor sacrificaría mi alma". Folclore a todo lo que da.
R.(Risas) Total. Yo soy muy intensa, no lo puedo evitar. La vida está para vivirla y exprimirla. Lo bonito es lo que nos llevamos cuando nos morimos. Todas esas emociones, lo bueno y lo malo. Entonces, sí, por la fuerza del amor sacrificaría mi alma.
P.Seguimos con esta intensidad en Corazón mande, inscripción que figura en la Casa de los Tiros de Granada y composición en la que canta: "Si el precio a pagar / Es mi dolor, que muera yo".
R.Esta frase, sinceramente, es de mis letras favoritas del disco porque me identifico mucho con ella. No me importa sufrir si es el precio por amar. No se tiene miedo a perder lo que no se quiere y no se sufre lo que no se ama. Evidentemente, con cero toxicidad. Creo que en el amor hay un punto que no se puede controlar. No solo en el plano romántico, también hacia tu profesión. Yo no podría haber hecho este álbum si no hubiese sentido pasión. Dentro de la emoción está esa línea en la que el ser humano saca esa parte más instintiva y animal. Eso trae cosas positivas y negativas, pero es lo único que nos llevamos cuando nos morimos.
P.Su disco, como la ópera, está dividido en tres actos.
R.Era la forma natural de dividir visualmente el álbum, porque está plenamente inspirado en la trama de La Traviata. Además, era la forma de hacer navegar al oyente y ubicarlo simplemente por el título. He hecho especial hincapié en que el álbum se pueda escuchar si no conoces la obra de Verdi y no pasa nada porque aborda temas universales. Si escuchas el disco por orden y estás pendiente de las letras e incluso de las sonoridades se aprecia que hay tres partes que forman el conjunto.
Hay una corriente que lleva al consumismo rápido con la que no me siento reflejada, quería ser fiel a mí misma"
P.Aunque Violetta Valéry siente una profunda pasión por Alfredo Germont, la protagonista de su disco ama de forma libre y no entiende de géneros.
R.La Traviata es una historia de amor universal e incondicional. Yo he pretendido adaptarla sin ser literal. Hacer una historia en la que no hubiese un género es lo más honesto conmigo misma. Desarrollé las letras para que cada uno pueda decidir a quién se lo canta. El amor incondicional no tiene el contexto que tenía antes y creo que ahora Violetta podría amar a una chica y a un chico. Para mí, cantar al amor no tiene género.
P.En el álbum confluyen diferentes géneros musicales, ¿cuáles son sus referencias?
R.Es una de las cosas que más miedo me daba, porque escucho a Lole y Manuel, a Dellafuente, a Chico Blanco, a Rusowsky, a Nina Simone... el registro es muy amplio. Con este álbum me fui al campo para aislarme de los estímulos y ver qué tipo de melodías me salían de forma natural. Siento que el resultado es un trabajo que refleja todo lo que he sido y todo lo que ha formado parte de mí durante estos 24 años.
P.Cierra el disco Ojalá! que recuerda a ese Que te vaya bonito de Chavela Vargas.
R.Comparar las letras de Chavela con las mías son palabras mayores. Es una artista que venero. Me parece que marcó un antes y un después en la música.
Mi objetivo no es quitarme el apellido de 'Operación Triunfo', sino tener un hueco en la industria y que mi nombre se conozca más allá del programa"
P.¿Cómo traslada la ambiciosa propuesta de su disco al directo?
R. Pues siendo ambiciosa también. Evidentemente, me encuentro limitaciones porque no tengo el presupuesto que me gustaría para hacer todo lo que yo quisiera. Lo más importante es que la persona que haya pagado una entrada y que venga a verme se encuentre con una experiencia diferente a la que tenga en su casa cuando escucha el álbum. Lo bonito de la música en directo es que genera una memoria y crea un recuerdo. Va a ser un show cuidado en el que la emoción será lo más importante. Elegante, estético y emocional son las tres palabras que lo definirían.
P.Sin haber profundizado en su paso por de Operación Triunfo, sí que me gustaría saber si cree que esa etiqueta la acompañará toda la vida.
R. Mi foco siempre ha sido hacer música de la mayor calidad posible y desarrollar mi proyecto como lo imagino. No reniego de Operación Triunfo. Al final, ha sido el programa que me ha dado la visibilidad y la oportunidad, entre comillas, de desarrollar este proyecto. Mi objetivo no es quitarme el apellido, sino tener un hueco en la industria y que mi nombre se conozca más allá del programa.
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