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España

Fernández Díaz anuncia mejoras en la valla de Melilla

  • El ministro de Interior, que descarta enviar al Ejército a la zona, ha visitado el saturado centro de inmigrantes de la ciudad, que acoge a unas 1.300 personas.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado la puesta en marcha, con carácter de urgencia, de mejoras en la valla de Melilla, con una inversión de 1,5 millones de euros, al tiempo que ha descartado la presencia del Ejército para reforzar el trabajo de la Guardia Civil, como ocurrió en 2005. En una rueda de prensa ofrecida en el Palacio de la Asamblea de Melilla, el ministro ha anunciado la inversión para mejorar la eficacia de la valla y poder hacer frente a la presión migratoria que sufre la ciudad, comparable a la de hace ocho años.

Las medidas supondrán la colocación de una malla antitrepa en unos quince kilómetros del perímetro, tanto en la valla interior como en la exterior, la colocación de tres torres donde se van a instalar tres cámaras térmicas de vigilancia y la eliminación de unos elementos del vallado, los flejes, que actualmente ayudan a los inmigrantes a dar el salto. Preguntado por la posibilidad de reforzar la vigilancia con la presencia del Ejército, como ocurrió en el año 2005, en la conocida como crisis de la valla, el ministro ha apuntado que "no es voluntad del Gobierno" tomar dicha medida, que sí adoptó el Ejecutivo socialista.

También ha aludido a que las concertinas, los alambres de cuchillas que tanta polémica han despertado, no han sido instaladas por el Gobierno del PP, ya que, cuando tomó posesión en diciembre de 2011, ya estaban colocadas en todo el perímetro de Ceuta y de Melilla, excepto en 2,5 kilómetros, que es donde se han repuesto. Ha insistido en que se trata de un elemento pasivo, no agresivo, que tiene una finalidad disuasoria y que cumple con todos los requisitos de legalidad.

Fernández Díaz ha considerado que con las iniciativas que se pondrán en marcha en el perímetro de Melilla, que tardarán unos meses en estar totalmente finalizadas, se va a "controlar mejor" la inmigración, pero ha resaltado la necesidad de llevar a cabo otra serie de acciones más allá de la contención. En opinión del ministro, sólo con consenso "interior" en España se puede trasmitir a la Unión Europea (UE) la necesidad de adoptar una política comunitaria ante este problema que afecta a las fronteras de Ceuta y de Melilla, que son también las fronteras de todo el continente. Según Fernández Díaz, el tratamiento de la inmigración como un asunto de Estado es "compatible" con cualquier investigación que se demande, en alusión a la solicitada tras la tragedia en la frontera de Ceuta hace justo un mes, en la que murieron quince inmigrantes.

El ministro también ha resaltado la necesidad de mantener la colaboración actual que presta Marruecos "codo con codo" y que este mismo jueves ha evitado la entrada a Melilla de un coche kamikaze con inmigrantes. Para Fernández Díaz, la colaboración actual de Marruecos es "imprescindible", no sólo para la lucha contra la inmigración ilegal, sino para hacer frente a "otras amenazas". Por ello, ha resaltado la necesidad de impulsar el acuerdo hispano-marroquí de 1992, ratificado 20 años después en 2012, que permite la readmisión de inmigrantes.

En previsión del artículo 11 del dicho acuerdo, que establece la creación de una comisión mixta presidida por los ministros de Interior de ambos países para tratar las "cuestiones litigiosas" del convenio, el próximo 26 de marzo, en Tánger, se va a producir una reunión de trabajo enfocada a este aspecto. Además, ha defendido la legalidad de las que él considera como mal llamadas "devoluciones en caliente", un término que no existe, y ha explicado que lo que se hace es un rechazo en frontera, un término operativo fijado en 2005 y que el Gobierno actual comparte, al considerar que está amparado en la legalidad vigente.

Visita al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes

El ministro del Interior se ha interesado por la situación que se vive en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, muy saturado con las últimas entradas de subsaharianos. Al CETI se ha dirigido el ministro, acompañado por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, así como de mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.

Previamente, se había aproximado al CETI la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, que acompaña al ministro en su visita a Melilla. En la puerta del centro se había  establecido un fuerte despliegue policial. También se encontraban en la puerta los familiares de los dos jóvenes melillenses fallecidos por disparos de la Marina Real Marroquí en octubre de 2013, que han increpado a la secretaria general y al ministro, que ha accedido al CETI en coche.

Fernández Díaz ha recorrido las diferentes estancias del centro, incluida la zona en la que se han colocado tiendas de campaña, instaladas debido a su saturación. Las tiendas fueron cedidas por el Ejército, aunque actualmente están siendo sustituidas por otras de Cruz Roja, entidad que ha reforzado su colaboración con el CETI tras las últimas entradas masivas de la semana pasada. La ocupación del CETI continúa siendo extremadamente alta, con casi 1.300 inmigrantes acogidos de unas 40 nacionalidades. Son fundamentalmente subsaharianos, ya que son los que protagonizan los asaltos masivos al vallado, aunque también hay un amplio grupo de sirios, que suelen entrar en un goteo constante a través de los puestos fronterizos, aprovechando su parecido físico con marroquíes.

Antes de llegar al CETI, Fernández Díaz ha recorrido el perímetro fronterizo, empezando por el puesto de Beni Enzar, el principal de los cuatro pasos habilitados que existen entre Melilla y Marruecos. Allí, el ministro ha saludado y hablado con las autoridades aduaneras marroquíes, a las que ha agradecido su trabajo y su colaboración, y con las que ha posado ante los periodistas, en una foto que ha calificado como "histórica". En este puesto, Interior prevé iniciar de manera inminente unas obras, que ya han sido adjudicadas, y que tienen como objeto mejorar tanto la fluidez como la seguridad del tránsito fronterizo.

Tras Beni Enzar, Fernández Díaz se ha dirigido a la valla, con una parada en la zona de Villa Pilar, uno de los puntos habituales elegido por los inmigrantes para sus asaltos. Los casi once kilómetros de perímetro que tiene Melilla están custodiados por un triple obstáculo, un doble vallado al que se suma, en medio de las dos verjas, un entramado de cables de acero entrelazados denominado sirga tridimensional. La sirga se instaló tras las avalanchas del año 2005 y durante años fue un obstáculo prácticamente infranqueable, pero actualmente es superado con relativa facilidad por los inmigrantes, hasta el punto de que la pasada semana una menor camerunesa se convirtió en la primera mujer en saltar la valla de Melilla. La valla cuenta con las polémicas concertinas, el alambre de cuchillas retirado de la parte alta del perímetro en 2007, pero que siempre ha permanecido en la zona que da a Marruecos, menos visible.

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