La maqueta sigue en su sitio

IU llega a las elecciones sin haber iniciado el Palacio del Sur, objetivo estratégico declarado de su política, y prácticamente sin posibilidades de que en cinco días de que se encomiende la gestión y se licite la obra

Cartel anunciador del centro de congresos, en la parcela de Miraflores.
Cartel anunciador del centro de congresos, en la parcela de Miraflores.
Rafael Ruiz

16 de mayo 2011 - 01:00

ES verdaderamente cruel acudir a las hemerotecas, a los archivos de prensa, y transcribir su contenido. El actual gobierno municipal, que pasará a estar en funciones la próxima semana, ha prometido tantas veces que todo llegaría en lo que al centro de congresos de Miraflores concierne, que, políticamente, le tiene que resultar desasosegante presentarse a las elecciones del próximo domingo sin un compromiso de futuro cierto en las manos. La corporación municipal afronta su última semana laborable de plenos poderes sobre el asunto del Palacio del Sur con un montón de papeles en su poder y pocos hechos que pueda legar a sucesivas corporaciones sobre un asunto del que ha hecho bandera.

El alcalde y candidato de IU, Andrés Ocaña, tomó posesión en 2009 pidiendo a su gobierno municipal que fuera selectivo, que no intentase abarcar mucho. El mal llamado Palacio del Sur formaba parte de esa cuestión estratégica. Lo desgranó en una entrevista con El Día. Primero, cerrar la financiación. Después iniciar las obras. Ya en 2010, el regidor volvía a insistir: para los intereses de Córdoba, era fundamental que el jurado internacional de 2016 pudiese comprobar in situ que las obras estaban en marcha. "Seguimos vivos y trabajando", dijo en esa ocasión. El jurado visita la ciudad el 3 de junio, con la corporación en funciones, y podrá consultar la documentación, ver la maqueta, el cartel anunciador y el solar, alargado, lleno de jaramagos.

El gobierno municipal lleva meses intentando legar el Palacio del Sur a quien venga -sea otra vez la izquierda sola, en compañía de otros o la derecha- asuma un objetivo estratégico "de ciudad", que en estos momentos solo asumen IU, PSOE y PP. En Urbanismo, no dicen ni que sí, ni que no. Les falta la acreditación de que tienen que llegar los 3,5 millones de euros que tiene que transferir el Ministerio de Industria y Turismo para este año, de forma que el expediente supere los controles internos de fiscalización. Puede ser, puede no ser, dicen en Urbanismo. Una especie de maldición la del centro de congresos al que siempre le ha faltado un papel.

"No creo", afirma una fuente de la Gerencia de Urbanismo. En una semana, no va a dar tiempo de que se den los tres pasos pendientes. Uno: que llegue un certificado que lleva semanas reclamándose. Dos: que la Junta de Gobierno Local apruebe la encomienda de gestión a Urbanismo. Tres: que se licite. Se ha llegado a decir que hasta el último día (pasadas las elecciones) el gobierno municipal tendría poderes. En realidad, la legislación limita el periodo entre las elecciones y el Pleno constituyente a las cuestiones de urgencia, de mantenimiento de los servicios básicos, de cuestiones que no puedan esperar.

Visto con una cierta perspectiva, licitar o no tiene un valor relativo, político, que depende exclusivamente de la matemática electoral. La actual corporación municipal sólo podría haber legado el proyecto en firme ante un eventual cambio político en el Consistorio si hubiese licitado, adjudicado y comenzado las obras de un proyecto icónico. El mensaje sobre el centro de congresos, tal y como hoy está concebido, está muy polarizado. IU y PSOE lo defienden tal y como está. El PP ha advertido que, en caso de ganar las elecciones municipales y de formar gobierno, ordenará pararlo, realizarle una auditoría de gastos, renegociará la financiación y, en fin, se negaría a una eventual adjudicación del proyecto. En el caso hipotético de que se llegase a licitar.

Ayer, el candidato popular, José Antonio Nieto, presentó su plan de austeridad. Dijo que con los recursos supérfluos que pretende retirar del presupuesto, diez millones anuales, se producirían recursos para invertir en el centro de congresos. Andrés Ocaña y Juan Pablo Durán no ponen peros al modelo financiero pactado, en el que el Ayuntamiento pone la mayor parte del dinero. "Miente como un bellaco", ha dicho Durán de Nieto, por asegurar que no está dispuesto a poner en riesgo las nóminas de los trabajadores municipales acometiendo una inversión de esta índole. Ocaña ha asegurado que el convenio financiero del Palacio del Sur es el mejor posible y que la Junta ha realizado un esfuerzo sin referencias conocidas para realizar su aportación en Córdoba, cifrada en 18 millones. Teóricamente, parte de ese dinero tendría que haberse ingresado ya en las arcas municipales puesto que, según las estipulaciones del convenio de financiación, una parte se adelantaba al momento de la rúbrica del acuerdo.

Una de las curiosidades es que el interés por el centro de congresos se produce más entre las elites económicas y políticas que entre el resto de la sociedad. Los estudios realizados por medio de sondeos aseguran que no forma parte de las necesidades, de los problemas que señala la ciudadanía, centrada en estos momentos en asuntos más urgentes, de economía de subsistencia.

La ciudad de las maquetas, dicen los populares, ahora en la oposición, en un discurso que ha resaltado la ineficiencia, la falta de compromiso institucional. Escasa creencia en las posibilidades propias, en la ambición por progresar, afirman los partidos que han sustentado cuatro años de gobierno. Córdoba es la única capital de provincia de su entorno que no dispone de unas instalaciones tan limitadas para el turismo profesional o de congresos. La maqueta, en su lugar.

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