En un año muy seco, las precipitaciones han obligado a suspender la procesión del Corpus en Sevilla por primera vez. Una decisión tomada por el Cabildo Catedral la tarde del miércoles, cuando sólo se barajaban malos augurios meteorológicos, que se han cumplido en una mañana en la que el consabido tópico ha brillado, paradójicamente, por su ausencia.
La Catedral ha abierto sus puertas pasadas las 7:30, momento en el que ya había gente esperando para entrar a la misa pontifical que ha comenzado a las 8:30. Luego, ha tenido lugar una atípica procesión por el interior de la Catedral.