La espantada a última hora de Juan Ortega ha dejado muy tocada a la que iba a convertirse en su mujer, Carmen Otte. La cardióloga se ha refugiado en su entorno y no quiere mantener ningún tipo de contacto con el exterior. Aún sigue digiriendo lo ocurrido y parece seguro que tanto ella como su familia dan por cerrada la historia sentimental con el torero.

Aunque la familia mantiene a Carmen totalmente aislada, poco a poco se van conociendo algunos detalles de sus últimos movimientos. El programa TardeAR ha estado presente en el barrio donde reside la pareja, donde ha podido recoger el testimonio de un vecino. Según sus palabras, ninguno de los dos protagonistas ha acudido al domicilio desde el día del mediático plantón. No obstante, en la vivienda sí han estado familiares de Carmen Otte recogiendo algunas pertenencias de la cardióloga.       

Según apunta Leticia Requejo, Carmen Otte hace caso omiso a las llamadas de Juan Ortega. El torero ha intentado ponerse en contacto con su pareja de manera insistente, pero siempre obteniendo el mismo resultado. Por el momento, la cardióloga no quiere saber nada de Juan Ortega y se encuentra refugiada en su familia.

“Los familiares y amigos de Carmen pretenden que ella aproveche los días libres que tenía pactados por la luna de miel para viajar con sus amigas y llevar a cabo una desconexión total”, ha señalado Requejo en TardeAR.

Por otro lado, la revista Lecturas ha indicado que el círculo íntimo de Carmen ha optado por cerrar filas y adoptar una especie de voto de silencio. “Sacaba siempre sobresaliente, siempre tenía que ser la mejor. Todo lo hacía para que su vida fuera perfecta, todo siempre lo ha encaminado para que le fuera bien. Que su futuro marido le haya dejado en el altar, que le haya pasado esto, ha tenido que ser un duro mazazo”, expresa una fuente de su entorno más cercano.