La Fiscalía de Sevilla reclama una condena de tres años de cárcel para un guardia civil del Aljarafe de Sevilla que será juzgado en la Audiencia Provincial acusado de acosar a su pareja durante dos años, llegando a acceder a los datos de Tráfico para consultar los hombres que habían tenido alguna relación con la mujer y a las grabaciones de un centro comercial.

El Ministerio Público recoge en su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso este periódico, que el acusado mantuvo una relación sentimental con la mujer entre 2009 y 2014, año en que se produjeron "varias rupturas" y la relación cesó definitivamente en julio de 2016.

Según la Fiscalía, desde el año 2014, el guardia civil comenzó a "controlar las llamadas y conversaciones" que su pareja tenía a través de su teléfono móvil y mediante el correo electrónico, pidiéndole "continuamente explicaciones de dónde iba y con quién se relacionaba". Para conseguir ese propósito de controlar a la mujer, añade la acusación pública, el acusado accedía a las facturas de teléfono de la mujer, que le había dado las claves para poder consultarlas.

Pero como además el acusado era guardia civil y pertenecía al equipo de Policía Judicial de un puesto del Aljarafe, "aprovechó dicha condición para acceder al Sistema Integrado de Gestión Operativa, Análisis y Seguridad Ciudadana (SIGO) y a la Dirección General de Tráfico, y poder así consultar a los hombres que habían tenido algún tipo de relación" con su pareja, sostiene el Ministerio Fiscal.

En su escrito de acusación, la Fiscalía relata asimismo un episodio que tuvo lugar a raíz de que el acusado tuviera conocimiento de que su compañera sentimental había estado visitando un centro comercial del Aljarafe. El guardia accedió a las grabaciones de las cámaras del centro comercial y "capturó una foto en la que creía ver" a su pareja acompañada de un hombre. A continuación, le "pidió explicaciones" a la mujer.

Una vez que se produjo la separación de la pareja, en 2016, el acusado siguió haciendo uso de las claves de telefonía que poseía y consultó el registro de llamadas entrantes y salientes. Tras la denuncia de estos hechos, el juzgado de Violencia sobre la Mujer impuso en noviembre de ese mismo año al investigado la prohibición de comunicarse y acercarse a menos de 500 metros de la mujer.

Para la Fiscalía, los hechos que se atribuyen al guardia civil constituyen un delito de acoso y otro de descubrimiento y revelación de secretos. Por el primero de los delitos reclama una condena de 18 meses de prisión y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y medio, así como que se le prohíba acercarse y comunicarse con la víctima durante otros tres años.

Por el delito de descubrimiento y revelación de secretos, la acusación pública pide otros 18 meses de cárcel y una multa de 3.600 euros. El juicio contra el guardia civil se celebrará en la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla el próximo 16 de septiembre.