Tragedia

Principio de acuerdo para que el joven que atropelló y mató a una amiga de su pareja en Paradas no entre en la cárcel

Imagen de la carretera SE-5202, entre Arahal y Paradas.

Imagen de la carretera SE-5202, entre Arahal y Paradas.

El caso del joven de Marchena que atropelló y mató a una adolescente amiga de su novia cuando iba a auxiliar a ambas en una carretera a la salida de Paradas, donde se habían quedado varadas por una avería de ciclomotor, puede terminar con el acusado condenado a pena de cárcel pero sin tener que entrar en ella. Las distintas partes han alcanzado este martes una especie de principio de acuerdo para que Ángel G.D. sea castigado con dos años de prisión por un delito de homicidio imprudente y para que la ejecución de esa sentencia se suspenda durante cinco años, de modo que no ingresaría en un centro penitenciario a no ser que cometiese cualquier delito durante ese plazo.

Ese ha sido el desenlace de una mañana emotiva y tensa a partes iguales en la segunda planta de la Audiencia de Sevilla, donde la Sección Primera tenía previsto juzgar el suceso, ocurrido en la noche del 18 de septiembre de 2018. Cualquier conformidad era imposible de firmar por la huelga que mantienen los letrados de la Administración de Justicia (LAJ), pero la familia de la víctima y el acusado, auspiciados por la fiscal y el propio tribunal, han buscado un acuerdo para reducir las penas inicialmente solicitadas: cinco años de cárcel por parte del Ministerio Público, por un delito contra la seguridad vial en concurso con el homicidio imprudente; y cuatro años por parte de la acusación particular por el segundo de esos delitos.

El encuentro se ha producido después de que la madre de la víctima conociese por primera vez al autor material del atropello y ambos se unieran en un largo abrazo mientras eran presa de un llanto incontrolable. Ya dentro, los abogados y la fiscal han alcanzado ese preacuerdo. Además de la pena de reclusión, la suspensión y el pago de una indemnización, incluye la retirada definitiva del carnet de conducir. Ahora resta convencer a una parte de la familia que no ve tan claro que el supuesto homicida no entre en la cárcel.

En todo caso, la fiscal se ha retirado para reescribir su calificación y presentar al tribunal un texto definitivo, en coordinación con el resto de partes, que plasme ese pacto. A partir de ahí, la Sección Primera deberá señalar una nueva fecha para celebrar, en teoría, el acto final de la conformidad y dictar sentencia.

Aquella noche del 18 de septiembre de 2018, Paula y una amiga circulaban por el kilómetro 2,5 de la SE-5202, la carretera que une Arahal y Marchena. Algo falló en el ciclomotor donde viajaban y avisaron a sus parejas para que fuesen a ayudarlas. El acusado, entonces de 26 años, era el conductor y pareja de la otra joven e iba acompañado por el novio de Paula.

Según figura en el escrito de calificación provisional de la Fiscalía, Ángel G.D. había "ingerido tal cantidad de bebidas alcohólicas" ese martes que sus facultades "para una adecuada conducción" estaban mermadas, con el "consecuente peligro para los demás usuarios de la vía pública".

Cuando se acercaron a donde se encontraban las dos mujeres, ambas en una zona de escasa iluminación, el encausado "no prestó la diligencia debida" y "arrolló" el ciclomotor. Las víctimas estaban montadas en el vehículo de dos ruedas y no pudieron hacer nada por evitar el fatal impacto. Paula, de 16 años, sufrió "un traumatismo raquimedular severo con lesión de centros nerviosos" y falleció en el acto.

Su amiga, la pareja del acusado, sí sobrevivió al accidente tras pasar varios días en la UCI del hospital Virgen del Rocío, pero padeció una fractura de tibia, peroné y pelvis, una lesión en el nervio ciático y heridas de relevancia en un brazo y un pie, además de perder la conciencia. Para curarse del todo necesitó 256 días y durante el primer mes permaneció en estado muy grave o grave. Y aun así le han quedado secuelas psicológicas, dolores, una deformidad en el pie izquierdo y varias cicatrices que en conjunto suponen un perjuicio estético "importante", según consta en el escrito de la Fiscalía. Citada como testigo, este martes no ha comparecido en la Audiencia.

El suceso causó la lógica conmoción en Arahal, donde vivía la víctima. De hecho, al día siguiente hubo un minuto de silencio en el Instituto de Enseñanza Secundaria Al-Ándalus, donde estudiaba Paula. El curso había comenzado justo el día antes del fatal accidente. Una psicóloga estuvo esa mañana en el centro educativo para hablar con los menores, en especial con sus compañeros de clase.

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