tragedia

A juicio el hombre que atropelló y mató a una amiga de su mujer cuando iba a auxiliar a ambas en una carretera de Arahal

El suceso ocurrió en la carretera SE-5202, entre Arahal y Paradas.

El suceso ocurrió en la carretera SE-5202, entre Arahal y Paradas.

Hay ocasiones en que la realidad escribe guiones que no se le ocurrirían ni al autor de ficción más rebuscado. La Audiencia de Sevilla tiene previsto juzgar este lunes uno de esos dramas que de vez en cuando aparecen en las noticias y, cuanto más se leen, más incredulidad y lamento provocan. Se trata del atropello mortal de una adolescente que se quedó varada en una carretera junto a una amiga por culpa de una avería del ciclomotor en el que ambas viajaban y que fue arrollada precisamente por quien había ido a auxiliarlas: el marido de la amiga. Por si la tragedia no fuese bastante, el novio de la joven que falleció acompañaba al acusado en el asiento del copiloto.

El suceso ocurrió en la noche del 18 de septiembre de 2018. Sobre las 22.00 horas, Paula y su amiga circulaban por el kilómetro 2,5 de la SE-5202, la carretera que une Arahal y Marchena. Algo falló en el ciclomotor y las jóvenes avisaron a sus parejas para que fuesen a ayudarlas. Estos respondieron afirmativamente y se montaron en el coche. El acusado, Ángel G.D., de 26 años y vecino de Marchena, era el conductor.

Según figura en el escrito de calificación provisional de la Fiscalía, el joven había "ingerido tal cantidad de bebidas alcohólicas" ese martes que sus facultades "para una adecuada conducción" estaban mermadas, con el "consecuente peligro para los demás usuarios de la vía pública".

Cuando se acercaron a donde se encontraban las dos mujeres, ambas sin cascos ni luces que las hicieran visibles en una zona de la carretera que carece de iluminación, el encausado "no prestó la diligencia debida" y "arrolló" el ciclomotor. Las víctimas estaban montadas en el vehículo de dos ruedas, "esperando que las auxiliasen", y no pudieron hacer nada por evitar el fatal impacto. Paula sufrió "un traumatismo raquimedular severo con lesión de centros nerviosos" y falleció en el acto. Cuando llegaron la Policía Local de Arahal, avisada por un conductor que pasó por allí y vio lo ocurrido, y los servicios de emergencias, ya era imposible hacer algo por ella.

Su amiga, la pareja del acusado, sí sobrevivió al accidente tras pasar varios días en la UCI del hospital Virgen del Rocío, pero padeció una fractura de tibia, peroné y pelvis, una lesión en el nervio ciático y heridas de relevancia en un brazo y un pie, además de perder la conciencia. Para curarse del todo necesitó 256 días y durante el primer mes permaneció en estado muy grave o grave. Y aun así le han quedado secuelas psicológicas, dolores, una deformidad en el pie izquierdo y varias cicatrices que en conjunto suponen un perjuicio estético "importante", según consta en el escrito de la Fiscalía.

La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla será la encargada de enjuiciar estos hechos. El Ministerio Público solicita que Ángel G.D. sea condenado a cinco años de cárcel por un delito contra la seguridad vial en concurso con otro de homicidio imprudente y uno más de lesiones. Y también que se le prive del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores durante ocho años. La indemnización que reclama la acusación no ha trascendido. El juicio, en todo caso, está pendiente de la huelga indefinida que mantienen los letrados de la Administración de Justicia desde hace unos días. Decenas de vistas orales ya han sido suspendidas por este motivo en Sevilla.

El suceso causó la lógica conmoción en Arahal, donde vivía la víctima. De hecho, al día siguiente hubo un minuto de silencio en el Instituto de Enseñanza Secundaria Al-Ándalus, donde estudiaba Paula. El curso había comenzado justo el día antes del fatal accidente. Una psicóloga estuvo esa mañana en el centro educativo para hablar con los menores, en especial con sus compañeros de clase.

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