Vuelos retrasados

Un abogado cuenta por entregas en Twitter su batalla contra dos aerolíneas

  • Recibirá 600 euros por un retraso de cinco horas en su vuelo, más intereses y costas

Viajeros hacen cola en el aeropuerto

Viajeros hacen cola en el aeropuerto

Un abogado sevillano acaba de ganar una indemnización de 600 euros por un retraso de cinco horas en su vuelo. Es una de muchas batallas judiciales que culmina con éxito, pero en este caso Víctor López ha retransmitido día a día su periplo a través de las redes sociales. Su objetivo: demostrar a los afectados que merece la pena la lucha frente al intento de las compañías de “marear al cliente, mentirle y confundirle”.

Empezó su campaña en noviembre de 2018, inmediatamente después del frustrado vuelo, y contó en Twitter: “El retraso de más de cuatro horas debe conllevar una indemnización de 600 euros, al ser una distancia superior a 3.500 kilómetros”.

Poco después, el primer problema: al ser un vuelo compartido, las compañías se pasan la pelota una a otra. “Toca demandar”, cuenta Victor López en Twitter, porque la jurisprudencia tiene establecido que el pasajero puede optar por demandar a una, otra o a ambas.

Tras una serie de Burofax, el abogado anuncia en las redes sociales: “Cortamos comunicación y comenzamos a desarrollar la demanda. Nos vemos en los tribunales”.

“Opto por demandar para que no sigan tomando a los clientes por estúpidos. Les tocará indemnizarnos y pagar las oportunas costas del pleito”, relató en otro tuit.

Finalmente, este 23 de julio pudo hacer su esperado anuncio: “Recién llegada la sentencia. Les avisé que perderían y tendrían que compensarme y pagar las costas”. Todo ello acompañado con una foto de su cena en Italia, donde está de vacaciones, y el anuncio de que “hoy me invitan”.

El juez de lo Mercantil 11 de Madrid, en una sentencia firme, le ha concedido ahora la totalidad de la indemnización solicitada, 600 euros para él y otros tantos para su pareja en virtud del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre retraso y compensación y asistencia a los pasajeros aéreos en caso de cancelación o gran retraso.

La compañía aérea pagará la indemnización solicitada, los intereses legales y las costas de la parte demandante.

Victor López explica a este periódico que casi todos sus compañeros de vuelo no cobraron. ¿La razón? “Yo usé los recursos propios de mi despacho pero a la gente le da vértigo tener que contratar un abogado, procurador, hacer una provisión de fondos e invertir un dinero en esa demanda”.

Pero añade: “Si todo el mundo demandase, las compañías cambiarían de estrategia”. Por eso aconseja a los afectados por retrasos, si la situación es clara, que “le pierdan el miedo porque la legislación es muy clara e implacable”. Y añade otra satisfacción moral: a la mañana siguiente de su anuncio, se despertó con cientos de menciones favorables en las redes sociales.

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