La Audiencia de Sevilla ha impuesto dos años de cárcel a un joven de Dos Hermanas que abusó sexualmente de una niña de doce años en un bazar de la localidad en octubre de 2021. La curiosidad del caso, y la tristeza, es que este mismo individuo ya fue condenado hace unos meses por cometer exactamente el mismo delito en el mismo bazar, sólo que con otra víctima. De hecho, perpetró el segundo hecho cuando estaba en libertad provisional después de ser detenido por el primero. Entre el primer y el segundo abuso apenas transcurrieron dos meses y medio.

El primer suceso ocurrió el 23 de julio de 2021. Moisés F.G. acudió al supermercado, ubicado en la calle Real de Utrera, y aprovechando la concurrencia de clientes y la estrechez de los pasillos esperó a cruzarse con su víctima y le tocó sus partes íntimas. El ataque a su indemnidad sexual quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento y además fue arrestado casi in fraganti, así que la investigación efectuada por el Juzgado Mixto número 7 de Dos Hermanas no tuvo demasiadas dificultades. El juicio, tampoco. Una vez que el caso llegó a la Audiencia de Sevilla, fue asignado a la Sección Tercera y esta le impuso un año de prisión por un delito de abuso sexual sobre menor de 16 años. La Fiscalía inicialmente pidió tres años.

Entre su detención y el juicio, el encausado pasó un tiempo en prisión preventiva y después salió en libertad provisional. Fue en ese lapso cuando cometió el segundo hecho, el 6 de octubre de 2021. Es decir, 75 días después. En esta segunda ocasión, la víctima no iba sola sino acompañada por su madre y su hermano pequeño, que estaba mirando material escolar. Eso no impidió a Moisés F.G. volver a buscar un lugar donde rozarse con la niña y tocarle sus partes íntimas. Como había sucedido en julio, todo resultó grabado por las cámaras de seguridad del local.

El juicio por este segundo episodio, que fue investigado por el Juzgado Mixto número 4 de Dos Hermanas, se celebró el pasado martes de nuevo ante la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla y de nuevo con un tribunal compuesto por los tres magistrados que ya habían dictado sentencia por lo ocurrido la primera vez. En realidad estaba señalada la vista para una posible conformidad, pero como hubo acuerdo entre las partes tras unas arduas negociaciones (sobre todo con la madre de la niña, que pedía seis años de cárcel), el caso quedó cerrado allí mismo. Moisés F.G. aceptó ser condenado a dos años de prisión (uno menos de los que reclamaba la Fiscalía) por otro delito de abusos sexuales, así que en total permanecerá recluido tres años. Además, estará otros dos en libertad vigilada e indemnizará a la niña con casi 5.000 euros.

A Moisés F.G., que tiene 32 años, le han caído dos condenas en cuestión de meses pero puede que no sean las últimas. Cuando la Policía Nacional lo detuvo, ya estaba siendo buscado porque el responsable del establecimiento de la calle Real de Utrera había denunciado ante las autoridades que había observado que un hombre tenía un “comportamiento extraño” en su negocio. El comerciante comunicó a los agentes que intuía que una niña que estaba comprando en su tienda acababa de ser objeto de tocamientos por parte del varón. Acto seguido, los agentes del grupo de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) de la comisaría de Dos Hermanas empezaron a investigar el caso. Eso ocurrió el 21 de julio de 2021. El día 23, el acusado volvió a actuar y fue detenido en el interior del mismo bazar porque la Policía acudió en cuanto supo que se estaba produciendo un nuevo caso. Al investigado, además, ya le constaban antecedentes policiales por otros actos contra la libertad sexual. Y en octubre sumó uno más.

El ataque de ansiedad de la madre tras ver al acusado en la Audiencia

Una descoordinación provocó que el martes se diese una situación desagradable y evitable en la Audiencia de Sevilla. Normalmente, las víctimas de delitos sexuales y los acusados coinciden sólo dentro de las salas de vistas, muchas veces con mampara de por medio para que las primeras no vean a los segundos, y hay despachos donde pueden esperar el inicio de los juicios sin estar a la vista del agresor. En este caso, sin embargo, la víctima y su madre estaban aguardando sentadas junto a la sala donde se estaba negociando el acuerdo de conformidad. Y allí seguían las dos cuando el procesado, esposado y escoltado por dos policías, llegó desde la cárcel donde está cumpliendo la condena por los hechos de julio de 2021. Al verlo, la joven ocultó su rostro detrás del hombro de su madre, pero esta fue presa de un ataque de ansiedad que la tuvo varios minutos llorando. Tras bajar a la planta inferior, fuera ya de la vista de Moisés F.G., ambas permanecieron allí tratando los términos del acuerdo con su abogada.