El caso Marta del Castillo

La familia de Marta reclama dos años de cárcel para el Cuco y su madre por mentir en el juicio

  • Pide además una indemnización de 20.000 euros para los padres por los "daños morales"

  • Solicita que declare como testigo en el juicio Miguel Carcaño, una declaración que la Fiscalía no considera necesaria para esclarecer el falso testimonio

Francisco Javier García Marín, el Cuco, tras declarar en el juicio de Marta en 2011.

Francisco Javier García Marín, el Cuco, tras declarar en el juicio de Marta en 2011. / josé ángel garcía

Dos años de cárcel, multa de 1.800 euros y 20.000 euros de indemnización para los padres de Marta del Castillo por los "daños morales". Esta es la petición de condena que los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, han solicitado para Francisco Javier García Marín, el Cuco, y su madre, Rosalía García Marín, por un delito de falso testimonio, en relación con la declaración que ambos prestaron en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo, en el que ambos "urdieron un plan para engañar al tribunal", según el auto de procesamiento dictado recientemente por el juez de Instrucción número 2 de Sevilla.

Esta misma petición ha sido formulada por la acusación popular que ejerce la asociación Víctimas y Justicia y se trata de la máxima pena que establece el artículo 458.1 del Código Penal, tal y como anunció esta misma semana el padre de Marta, que criticó que la Fiscalía de Sevilla sólo haya pedido ocho meses de cárcel y una multa de 1.500 euros para el Cuco y su madre.

Además, la familia de Marta, que ejerce la acusación particular, y también la acusación popular, han pedido que Miguel Carcaño, que está cumpliendo una condena de 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de Marta en la cárcel de Herrera de la Mancha, preste declaración como testigo en el juicio que deberá celebrarse en un juzgado de lo Penal de Sevilla. Las dos acusaciones recuerdan que Carcaño situó al Cuco la noche del 24 de enero de 2009 en el domicilio de León XIII en su declaración judicial, en contra de lo manifestado por Francisco Javier García Marín, según consta en la grabación de la vista oral celebrada, por lo que consideran imprescindible que preste testimonio.

La Fiscalía de Sevilla, por su parte, no considera necesaria la declaración de Miguel Carcaño, dado que sólo ha pedido que declaren el Cuco y su madre, así como el camarero del bar La Portada, el supuesto infiltrado en el entorno de la familia del Cuco, y el matrimonio que estuvo con los padres del Cuco en este bar, pero que sostiene en su declaración que ese encuentro fue la noche anterior al crimen.

En su escrito de conclusiones provisionales, las acusaciones de la familia y de la asociación Víctimas y Justicia, relatan que el Cuco, su madre y su padre, ya fallecido, fueron citados a declarar en calidad de testigos los días 25 de octubre, 16 y 14 de noviembre del año 2011 en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo y "actuando de común acuerdo, a sabiendas de su falsedad, con temerario desprecio hacia la verdad y con la intención de inducir a error al tribunal sobre los hechos objeto de enjuiciamiento, aportaron datos falsos y realizaron manifestaciones falaces, mendaces y reticentes", subraya la abogada de los padres, Inmaculada Torres.

Así, el Cuco y su madre afirmaron que el entonces menor de edad "no había estado en la vivienda sita en León XIII, lugar donde fue asesinada" Marta del Castillo, asegurando que se encontraba en su domicilio "durmiendo a la 01:30 horas de la madrugada del día 25 de enero de 2009, a sabiendas de que, como quedó acreditado y así se expresó en la sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla de 13 de enero de 2012, Francisco Javier García Marín estuvo en el citado domicilio la tarde noche del 24 de enero de 2009 y ayudó a Miguel Carcaño Delgado y a otras personas a deshacerse del cuerpo de Marta del Castillo, no encontrándose en el domicilio familiar a la 1:30 horas del 25 de enero de 2009, como falazmente manifestaron en el acto del juicio" los padres del Cuco.

En concreto, el acusado Francisco Javier García, compareció a declarar en calidad de testigo el 25 de octubre de 2011, y "a pesar de realizarle el tribunal todas las advertencias legales, a sabiendas de su falsedad, con un grave menosprecio hacia la verdad, con intención de inducir a error al tribunal, declaró bajo juramento de decir verdad, si bien, no sólo negó haber estado en el domicilio de León XIII en la tarde noche del día 24 de enero de 2011, sino que también fue mendaz al decir que estuvo esa tarde noche con amigos en franjas horarias que éstos negaron".

Igualmente mantuvo el acusado en su declaración en calidad de testigo que sobre las 23:30 horas de la noche del día 24 de enero de 2009 regresó a su casa, encontrándose con su padre, quien "había ido a tirar la basura, marchándose para su casa, de donde no volvió a salir".

Influyó en la "absolución del resto de acusados"

Para la letrada de la familia, "esta declaración influyó en la sentencia no sólo en relación con los hechos de la muerte y desaparición de Marta del Castillo, sino en relación con la hora en la que sucedieron los hechos, motivando la absolución del resto de acusados".

Los padres del Cuco fueron citados a declarar el día 14 de noviembre de 2011, pero, "ante el temor" de Rosalía de que su marido "declarara de forma distinta a lo que habían acordado previamente, alegó una lesión en un pie para conseguir suspender su citación y poder declarar ella después, cumpliendo su objetivo, siendo citada el día 16 de noviembre".

En ejecución del "plan organizado" por la acusada, Rosalía Inmaculada García Marín, el padre declaró el día 14 de noviembre de 2011 en calidad de testigo, de acuerdo con el calendario establecido, y a pesar de las advertencias legales realizadas y de la promesa de decir verdad, "a sabiendas de su falsedad, con temerario desprecio hacia la verdad y con ánimo de inducir a error al Tribunal, siguiendo las instrucciones de la acusada Rosalía Inmaculada García Marín, como reconoció días antes ante" el supuesto infiltrado, P. B. R. manifestó que vio al Cuco sobre las 23:30 horas al ir a tirar la basura, que él volvió a su domicilio junto con su mujer sobre las 01:30 y que aunque él no vio a su hijo, su mujer "entró en la habitación y le dio un beso de buenas noches"

Dice la acusación, que el padre reconoció ante el supuesto infiltrado, que hizo más de 600 horas de grabaciones a la familia, que no vio al Cuco a las 23:30 horas, que estuvo con su mujer en el bar La Portada desde las 23:30 horas del día 24 de enero de 2009 hasta las 4:30 o 5:00 de la mañana del 25 de enero de 2009, en compañía de unos amigos, hora en la que los vio salir el camarero del citado bar.

Siguiendo con su plan, el 16 de noviembre de 2011,Rosalía Inmaculada García Marín, compareció a declarar en calidad de testigo, en la que manifestó que la noche del día 24 de enero de 2009 estuvo trabajando y después salió a tomar una copa al bar que regentaba su marido, de donde se marcharon sobre las 23:30 o 24:00 horas. De ahí se dirigió a la sala rociera “La Portada”, con su marido, donde estuvieron hasta las 01:30 o 02:00 horas del día 25 de enero de 2009, pues al día siguiente tenían que abrir su bar y que, cuando llegó a su domicilio, sobre las 01,30 o 02,00 horas, entró en la habitación de su hijo y se lo encontró durmiendo, dándole un beso y acostándose. Sin embargo, días antes de la citada declaración, a lo largo de distintas conversaciones con el supuesto infiltrado, "reconoció que iba a mentir en el juicio, pues lo cierto era que la noche del 24 de enero de 2009 estuvo estudiando en su domicilio porque a la mañana siguiente se iba a presentar a unas oposiciones, aunque después no se presentó, que se marchó a la peña sobre las 22:00 o 22:30 horas" y que, después, se fue con su marido al bar La Portada estando hasta la madrugada siguiente, por lo que "no pudo ver a su hijo en su domicilio durmiendo a las 01:30 horas. Esta declaración influyó en la sentencia en relación con la hora en la que sucedieron los hechos y motivó la absolución del resto de acusados", reitera la acusación.

"Burla al dolor" de la familia

El plan llevado a cabo por los acusados y que dio lugar a la "declaración mendaz de los mismos en las sesiones del plenario con la finalidad de engañar al tribunal, impidiendo al tribunal conocer la verdad de los hechos acontecidos la noche del 24 de enero de 2009, supuso una burla del dolor derivado de la muerte de Marta del Castillo y las circunstancias que rodearon su posterior desaparición y han impedido que, a día de hoy, haya sido encontrada, menoscabando con ello la integridad moral de sus padres de forma grave, agravando el daño moral causado a Eva Casanueva Núñez y Antonio del Castillo Márquez".

Por todo ello, ambas acusaciones reclaman una indemnización de 10.000 euros para cada uno de los padres de Marta por los "daños morales" causados.

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