Un pedófilo de Instagram para quien pedían casi 29 años de cárcel es condenado a sólo siete y medio

Abusos en las redes

Además de almacenar en su casa de Sevilla más de 2.500 archivos, el hombre trató de "embaucar" a quince niñas de varias zonas de España y consiguió que cinco de ellas le mandasen fotos eróticas

La Fiscalía de Sevilla negocia bajar la pena a un pederasta de las redes acusado de 70 delitos

Imagen de archivo de la avenida Ramón y Cajal, donde estaba el lugar de residencia del condenado.
Imagen de archivo de la avenida Ramón y Cajal, donde estaba el lugar de residencia del condenado. / D.S.

Un pedófilo residente en Sevilla que, a través de Instagram, intentó embaucar a quince niñas de varias zonas de España para que le mandaran fotografías eróticas e incluso verse en persona ha sido condenado a siete años y medio de cárcel. Iván T.M., que es su nombre, podría haber recibido un castigo más severo porque la Fiscalía planteó una primera petición de casi 29 años, pero su abogado negoció un acuerdo y la acusación pública acabó aceptando una pena cuatro veces inferior a la inicial. El acusado no llegó a contactar cara a cara con ninguna víctima, pero a cinco las convenció de que era menor de edad y logró que le enviasen varias fotografías.

En la sentencia, dictada el 6 de junio, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla impone a Iván T.M. siete años de cárcel por cinco delitos de producción de pornografía infantil y seis meses por un delito de difusión de material pornográfico. La Fiscalía dio el visto bueno a esas penas a pesar de que su solicitud inicial había sido de cuatro años por producción de pornografía infantil, veintiún años por tres delitos del mismo tipo con la agravante de utilizar a menores de 16 años, nueve meses por difusión de material pornográfico y tres años por dos delitos de pornografía infantil con menores: en total, 28 años y 9 meses.

El encausado, que está en prisión desde el pasado 22 de febrero, se mostró conforme con esa calificación después de reconocer los hechos, que ocurrieron entre septiembre de 2015 y abril de 2016. Iván T.M. tenía entre 29 y 30 años entonces y vivía en la avenida Ramón y Cajal.

Logró engañar a cinco niñas de entre 12 y 15 años: tres de Alicante, una de Málaga y otra de Cáceres

Además de encontrar “multitud” de archivos pedófilos en su casa, los investigadores también descubrieron que a lo largo de abril de 2016 contactó vía Instagram con “al menos” quince niñas de entre 11 y 15 años. Así se explica en la sentencia. Después se valía de la aplicación Disa, que unifica chats, para mantener “conversaciones de alto contenido sexual” con ellas. Incluso trató de “embaucarlas” para tener “contacto físico” y les pidió que le enviaran “fotografías desnudas o exhibiendo sus partes íntimas”.

Con una de 13 años y residente en Málaga empezó esas conversaciones el 1 de abril. Fue tal su poder de persuasión que consiguió que la menor, además de enviarle imágenes en las que aparecía desnuda, también se hiciese fotos “en actitud claramente sexual tocándose su partes íntimas con un plátano” o “chupando” esa fruta.

El 2 de abril contactó vía Instagram con otra niña de 12 años de un pueblo de Alicante y durante nueve días mantuvo “frecuentes conversaciones” en las que le hablaba de sexo, le pedía que se tocara su partes íntimas o le proponía que viajara a Sevilla para tener relaciones sexuales. Además, le envió una foto de un chico en calzoncillos haciéndole creer que era él mismo y le pidió que le enviara “una foto sexy”. Otra víctima de 13 años, amiga de la anterior, terminó mandándole una foto en pantalón corto, a lo que el condenado respondió con una imagen de un chico joven (que no era él) sin camiseta.

El 8 de abril contactó con otra niña de 12 años que también vive en ese pueblo de Alicante. Siempre fingiendo ser menor de edad, le pidió una “foto potente” y cuatro días después recibió un archivo en el que la víctima se mostraba en ropa interior.

Ese mismo 12 de abril, el pedófilo contactó con una adolescente de 15 años de un pueblo de Cáceres. Lo hizo a través de un grupo de Whatsapp que había creado la anterior víctima. A esta joven le solicitó imágenes “de su culito” o una “foto sexy”. Ella le mandó cuatro fotografías en ropa interior.

Además de la pena de cárcel, la Audiencia inhabilita a Iván T.M. para ejercer cualquier profesión que implique contacto con menores de edad durante diez años y le prohíbe acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con las cuatro primeras víctimas durante ocho años. El encausado también estará siete años en libertad vigilada una vez salga del centro penitenciario. La sentencia ya es firme.

Más de 2.500 fotos y vídeos en su ordenador particular

La resolución, facilitada por la oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), relata que Iván T.M. utilizó el programa e-Mule para descargarse desde el ordenador de sobremesa de su domicilio “multitud de imágenes y vídeos de contenido pedófilo” en los que aparecían “niñas de edades comprendidas entre los 5 y los 13 años en actitudes sexuales explícitas (...) y siendo objeto de relaciones con varones adultos”. Y no sólo almacenaba esos archivos, sino que “los compartía con otros usuarios” a través de la red eDonkey.

El 27 de abril de 2016, el Juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla acordó la entrada y registro en la casa. Los investigadores cumplieron ese mandato al día siguiente y hallaron en su dormitorio el ordenador con dos unidades de disco duro. En uno tenía el eMule, desde el que había descargado y compartido “más de un centenar de archivos”, y en otro almacenaba “más de 2.500 archivos de ese tipo entre fotografías y vídeos”. También tenía el navegador Tor Browser, “a fin de navegar sin dejar rastro” y descargar y compartir archivos a través de las redes Peer to peer y uTorrent.

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