El asesinato de Marta del Castillo

El supuesto infiltrado paga la multa para no ir a prisión

  • El condenado por quebrantar la orden de alejamiento abona los 1.325 euros que tenía pendientes después de que el juez fijara en 110 días la pena que debía de cumplir por no haber satisfecho el pago

El supuesto infiltrado en el entorno del Cuco, en los juzgados.

El supuesto infiltrado en el entorno del Cuco, en los juzgados. / juan carlos vázquez

El supuesto infiltrado en el entorno de la familia del Cuco, que entregó más de 600 horas de conversaciones grabadas, no irá finalmente a prisión, al haber abonado el resto de la multa de 1.325 euros (hasta completar los 2.520 euros) que le fue impuesta por un delito de quebrantamiento después de que fuese sorprendido junto a los padres en un vehículo en dirección a Sevilla el 14 de noviembre de 2010 con el entonces menor Javier García Marín, sobre el que pesaba una orden de alejamiento de la familia de Marta del Castillo.

La abogada Barbara Royo, que representa al supuesto infiltrado P. B. R., ha presentado un escrito en el juzgado en el que explica que el pasado 3 de diciembre éste hizo un ingreso de 200 euros y ayer mismo, 10 de diciembre, consignó los otros 1.125 euros restantes, por lo que la letrada concluye que "habiendo cumplido con la pena de multa impuesta en su integridad, carece de sentido la imposición de su responsabilidad personal subsidiaria, por lo que procede dejar sin efecto" la decisión del juez. 

El juez de lo Penal número 10 de Sevilla, David Candilejo, dictó el pasado 19 de noviembre un auto en el que ponía de manifiesto que el supuesto infiltrado no había satisfecho voluntariamente la multa, "ni tampoco se han encontrado bienes suficientes para hacerla efectiva por la vía de apremio, teniendo pendiente pago en la actualidad la cantidad de 1.325 euros".

El magistrado recordaba que el artículo 53.1 del Código Penal establece que si el condenado no ha satisfecho la multa impuesta quedará "sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas", por lo que consideró que procede imponerle la pena de 110 días (tres meses y 20 días) de privación de libertad como responsabilidad personal subsidiaria.

En el mismo auto, el juez daba un plazo a la Fiscalía y a la defensa para que se pronuncien sobre la "concesión o no de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, o el cumplimiento de la responsabilidad personal subsidiaria mediante trabajos en beneficio de la comunidad o el modo de ejecución de la pena impuesta". Sin embargo, al haber abonado con posterioridad a este auto el resto de la multa, el juez dictará ahora un auto rechazando la imposición de la responsabilidad personal subsidiaria.

En el juicio por el quebrantamiento un agente del Grupo de Menores (Grume) de la Policía que se encargó de la investigación de la desaparición y muerte de Marta del Castillo aseguró que el supuesto infiltrado no es más que un "delincuente" y que los datos que ha aportado a dicha investigación sólo son "paparruchadas".

En la sentencia, el juez desmontó todos los alegatos de P. B. R., al declarar probado que aunque éste comunicó al Grume que la familia del Cuco tenía intención de llevarlo a Sevilla, la Policía "no acordó ninguna medida en concreto, no estableció ningún control en carretera" y no le dio ninguna instrucción sobre cómo actuar.

En febrero pasado, el juez decidió que la madre del Cuco, Rosalía García Marín, que también fue condenada por el quebrantamiento, no ingresara en prisión. El juez decidió en este caso suspender la pena privativa de libertad, después de que la madre del Cuco abonase 1.000 euros de la multa de 2.520 euros, por haber vulnerado la orden de alejamiento que impedía que su hijo, Francisco Javier García Marín, se acercara a menos de 50 kilómetros de la familia de Marta del Castillo. Ahora, el supuesto infiltrado ha tenido que abonar la multa completa para evitar su ingreso en prisión.

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