Crimen machista en Olivares

La trabajadora del Punto de Igualdad de Olivares: "Ella tenía terror"

  • La prima de la víctima dice que el acusado llamó a la madre diciéndole que iba a matar a su mujer

El acusado de matar a su mujer en Olivares en 2017

El acusado de matar a su mujer en Olivares en 2017 / José Ángel García

La tercera jornada del juicio con jurado por el asesinato de una mujer acuchillada por su pareja en Olivares en octubre de 2016 ha contado con las declaraciones de las vecinas de la calle que presenciaron los primeros momentos del crimen.  En el momento del forcejeo, según indicaron, el acusado tenía a la víctima cogida por los pelos con una mano mientras le acuchillaba con la otra. Una de ellas explicó que cuando arrojó el arma corrió a cogerla "porque temía que se fuera contra los niños" que estaban presenciando el crimen y ella "temía que se fuera contra los menores". Tras tirarla, salió dirección al coche,el acusado dio marcha atrás, recogió a los niños y salió huyendo. 

El miedo que Estefanía, también conocida como María, tenía de José Manuel Rodríguez, su pareja, era algo conocido por los pocos que trataban con ella. Por eso, cuando el ex capitán de Policía de la República Dominicana apuñaló a su mujer en medio de la calle, a plena luz del día y delante de sus hijos, sabían que en algún momento iba a ocurrir. De hecho, la hija del matrimonio mayor que cuidaba la víctima explicó que María "era una persona completamente anulada por su marido. Tenía prohibido relacionarse con nadie y no manejaba dinero ninguno. Lo que ganaba cuidando a mis padres se lo entregaba directamente a él". 

Por parte de la familia de la víctima testificó una prima que actualmente tiene la custodia de los hijos de la pareja que a preguntas de la acusación particular narró que el acusado "le revisaba sus ropas íntimas para ver si había mantenido relaciones con alguien". Es más, durante su declaración afirmó que días antes José Manuel Rodríguez llamó a la madre de Estefanía para decirle que iba a matarla. 

La responsable del Punto de Igualdad Municipal de Olivares explicó que la primera de las reuniones con la víctima fue un mes antes del crimen, cuando después de una paliza, ella se presentó en la oficina municipal solicitando ayuda. "Durante las cuatro horas que duró la entrevista no paraba de mirar a la puerta temiendo que él apareciera, como ocurrió en la segunda de ellas. Ella tenía tanto terror que hasta se orinó encima". La trabajadora explicó que Estefanía E. G. contó como en el baño entraba con ella o le prohibía maquillarse o ponerse ropa sexy. Tampoco podía utilizar anticonceptivos", recordó.

Cuando la Guardia Civil interceptó el coche a la altura de Salteras, un militar y su mujer, que estaban al lado se ofrecieron a ayudar al dispositivo, que sólo estaba formado por dos agentes. La esposa declaró en el juicio que se hicieron cargo de los niños y que el más pequeño "preguntaba insistentemente por su mamá y me decía que su padre había cogido un cuchillo y se lo había clavado a mamá".

La madre y el hermano del acusado también testificaron asegurando que la relación de la pareja era "normal, con alguna manotada porque se faltaban mutuamente al respeto", según la madre. Durante su testimonio, aunque destacó la existencia de dos hechos relevantes respecto a problemas en la pareja, no entró en demasiados detalles a pesar de la insistencia tanto de la fiscal como la acusación particular y la letrada de la Junta de Andalucía. En la misma línea declaró el hermano de José Manuel Rodríguez, que lo definió como una persona "extremadamente preocupada por sus hijos", además de indicar que la víctima había empezado una relación con otra persona que, "al parecer llevaba mala vida". 

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