Los desplazamientos largos al trabajo en coche privado empeoran la salud mental

Investigadores de la Universidad de Sevilla del grupo sobre Salud y Territorio concluyen en un estudio que el modo, el tiempo y el gasto de los desplazamientos al trabajo pueden afectar nuestra salud mental

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Los desplazamientos largos al trabajo en coche privado empeoran la salud mental
Los desplazamientos largos al trabajo en coche privado empeoran la salud mental / Daniel Rosell

Investigadores de la Universidad de Sevilla del grupo sobre Salud y Territorio concluyen en un estudio, aceptado por la revista Transportation Research Interdisciplinary Perspectives (Perspectivas interdisciplinarias de la Investigación del Transporte), que el uso de vehículos motorizados privados (coche o moto) para ir al trabajo y el dedicar más tiempo a los desplazamientos al trabajo son factores que están asociados con una peor salud mental.

Otra idea interesante es que el tiempo y el dinero gastados en los desplazamientos al trabajo son mayores para los trabajadores que utilizan vehículos motorizados privados en comparación con los que viajan diariamente al trabajo en transporte público. Y que a medida que aumentan el tiempo de conducción y el dinero gastado, también aumentan los niveles de preocupación por la pérdida de sueño, el estrés y la infelicidad o la depresión.

Como conclusión, los investigadores destacan que, dado que viajar al trabajo es una parte importante de la vida diaria de muchas personas, con tiempos de viaje que aumentan constantemente y se convierten en un problema creciente, se debe fomentar el uso de viajes públicos y/o activos (a pie, en bici o en un modo sostenible), así como una mejor gestión para mejorar la congestión del tráfico y así reducir los tiempos de viaje.

Atascos de tráfico en el acceso a Sevilla desde el Aljarafe, este verano
Atascos de tráfico en el acceso a Sevilla desde el Aljarafe, este verano / Julio Muñoz/EFE

El objetivo del estudio es evaluar la vinculación entre los desplazamientos y la mala salud mental en los trabajadores. Sus autores señalan que se trata de un estudio transversal que extrae información de la Encuesta de Desplazamientos, Hábitos Cotidianos y Salud Urbana de Mairena del Aljarafe (Sevilla), que incluye una muestra representativa de 294 trabajadores. Para averiguar datos sobre la salud mental usaron el Cuestionario de salud general de 12 ítems (GHQ-12).

De los 294 trabajadores que analiza el estudio, la edad media fue de 43,1 años, 46,6% del sexo femenino, 49% con estudios universitarios, 38,4% fumador y 44,5% con sobrepeso/obesidad. Para sus desplazamientos, el 77,1% utilizó un vehículo motorizado privado (frente a un 6,9% que usó el transporte público y un 16,0% un modo de desplazamiento activo), empleó 51,9 min/día (54,8 min/día en vehículo privado, 44,2 min/día en vehículo público y 39,3 min/día en modo de desplazamiento activo), y gastó 91,9€/mes (99,7€/mes en vehículo privado, 59,0€/mes en vehículo público y 59,5€/mes en transporte activo). La mayoría de los trabajadores utilizaba un automóvil para ir al trabajo (209 de ellos) y solo una pequeña proporción conducía una motocicleta (13 de ellos).

En el estudio, se encontró que el 7,8% de los trabajadores tenían mala salud mental. El hecho de que la mayoría de los trabajadores (77,1%) se desplacen en vehículo privado es consistente con estudios previos en los que la gran mayoría utiliza vehículos privados para desplazarse (Clark et al., 2019). En el estudio, el gasto medio mensual en desplazamientos es de 92€ y el tiempo de viaje es de 52 minutos. Quienes utilizaban vehículos motorizados privados para ir al trabajo tenían un mayor nivel educativo, en su mayoría estaban casados o en pareja, y dedicaban más tiempo y dinero a los desplazamientos.

Los resultados muestran que la pérdida de sueño preocupante se asocia con el uso de un automóvil o una motocicleta durante un período de tiempo más prolongado para ir al trabajo, y que los tiempos de viaje más largos y los mayores gastos para viajar en un vehículo motorizado (automóvil o motocicleta) se asociaron con niveles más altos de sensación de estrés.

Las conclusiones de este estudio están en sintonía con estudios anteriores que han demostrado que la pérdida de sueño puede desencadenar otros factores como un mayor estrés en el trabajo, mayor estrés familiar, malos hábitos de vida como fumar o volverse obeso y una peor percepción de la salud (Lallukka y otros, 2011). Se sabe también que conducir al trabajo impacta en la calidad y duración del sueño (Lyznicki y otros, 1998). Y que los desplazamientos en automóvil se asociaron con aumentos en la tensión de los conductores (Martin y otros, 2014). Y quienes dedicaban más tiempo a la conducción presentaban más estrés psicológico (Ding y otros, 2014).

De acuerdo con los resultados del estudio de la Universidad de Sevilla, entre los trabajadores que se desplazan al trabajo en automóvil, la sensación de tensión se asoció con un mayor tiempo y dinero gastados en los desplazamientos al trabajo. Sin embargo, este estrés puede derivarse de la imposibilidad de llegar a tiempo al trabajo. De hecho, las preocupaciones personales, como llegar a tiempo al trabajo, pueden aumentar la frustración, la irritación y otros efectos negativos asociados con las exigencias de la conducción (Hennessy y Wiesenthal, 1999).

El estudio se titula ¿Puede el modo, el tiempo y el gasto de los desplazamientos al trabajo afectar nuestra salud mental?, firmado por Marco Garrido-Cumbrera (profesor e investigador del Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla), Olta Braçe (Centro de Investigación Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla, CITIUS), David Gálvez-Ruiz (Profesor Asociado (PCD) de Estadística e Investigación Operativa), Enrique López-Lara (Catedrático de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional), José Correa-Fernández (investigador de Estadística -Matemáticas-), investigación en Salud y Territorio, Universidad de Sevilla, recibido el 10 de enero de 2023, aceptado el 24 de mayo de 2023, disponible en línea el 19 de junio de 2023, versión del registro el 19 de junio de 2023.

Puede acceder al estudio completo en este enlace.

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