En los últimos años, Perú se ha convertido en uno de los destinos turísticos del mundo más visitados y no es para menos. Sus alucinantes paisajes, su cultura, su gastronomía y sus monumentos han facilitado ser uno de los más deseados por los viajeros. 

Aunque el Machu Picchu es uno de los lugares que no te puedes perder, hay muchos otros como la ciudad colonial de Arequipa o la montaña Vincunca en Cusco (más conocida como la montaña de siete colores) que no pueden faltar en tu guía de viaje. 

La montaña de los siete colores es uno de los lugares más impresionantes del país, ya que es una montaña que forma una especie de arcoiris con franjas de colores fucsia, turquesa, lavanda y dorado. Este espectáculo visual se aprecia desde 100 kilómetros de distancia y aunque podríamos hablar de las mil maravillas de este lugar, esta historia va sobre un perro que quiso convertirse en guía para los turistas.

Vinicunca-Portalmochilero

Doc, el popular perro guía de la montaña

Aunque en Cusco y en la montaña el animal más común es la llama, desde hace dos años hay un perro muy cariñoso y sociable que recibe a los turistas cuando se bajan del autobús para visitar el lugar. Les saluda con saltos y algunos lametones, y cuando ve que sus cariños son recíprocos emprende el camino con ellos, eso sí, siempre en primera fila para guiarlos. 

El perro juega con los turistas y se acurruca con ellos, y hasta parece que le encanten las fotos, pues muchos viajeros se han tomado fotografías con él durante mucho tiempo.  

Doc-Machupicchutravel

Doc es el nombre que los turistas decidieron ponerle y acompaña durante todo el recorrido a los visitantes y según cuentan los guías turísticos de la zona, no parece ponerse triste cuando ellos se van, ya que sabe que es una visita y pronto llegarán nuevas. 

Se ha ganado tanto el cariño de la gente que hasta le regalan comida, ya que al estar rodeado de naturaleza y no tener familia la comida es escasa. Algunos se han planteado adoptar a Doc para que tenga una familia definitiva, pero cuando intentan llevárselo, el perro vuelve a la montaña negándose a irse y abandonar su hogar. 

Aunque para algunas personas es complicado entender que él no se siente un animal abandonado, lo cierto es que otras han empezado a verlo como una parte del paisaje y disfrutan el doble de su visita a la montaña de los siete colores con un perro como él, y es que, ¿quién no querría disfrutar de esta compañía?

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