Cuando una persona toma la decisión de tener un perro en su vida, una de las cuestiones que se suele plantear es: "¿macho o hembra?" y es que, aunque cada perro tendrá una personalidad y unas características que le harán único, lo cierto es que tener un macho o una hembra probablemente te aporte una serie de ventajas o desventajas (según quien lo mire por supuesto).

Por ejemplo, una hembra tiene el "celo", que es un ciclo similar a la menstruación en las mujeres aunque suelen tenerlo unas dos veces al año, dependiendo de la duración del celo, cantidad de flujo y cambios hormonales. Por este motivo, también son las encargadas de traer al mundo a los cachorros, por lo que en este período hay que tener especial atención para que no se quede embarazada. 

Cuando una hembra está en celo, provoca que los machos se acerquen a ella y pretendan "montarla". Además, el macho en cuestión podría dejar de comer, marcar aun más su territorio e incluso volverse cada vez más agresivo y obsesionarse con encontrar a la perra que está en celo durante todo el ciclo. 

Por otra parte, tener un macho también podría llegar a implicar que fuera territorial y dominante y tuviera problemas con otros machos, y aunque la educación que reciba el perro marcará en parte su carácter (si socializa con otros perros desde pequeño, si recibe unas pautas sobre la relación que tendrá con los humanos, etc). 

Es por este motivo por el que muchos machos y hembras son castrados y esterilizados con el objetivo de evitar problemas, ya sea con otros perros o en el futuro. Es aquí también donde entran las dudas sobre qué pasaría si un perro nunca mantiene relaciones sexuales con otro. ¿podría tener consecuencias negativas para su salud?

Qué ocurre si tu perro no mantiene relaciones sexuales

Desde la Clínica Veterinaria Sappia, aseguran que los perros no necesitan ejercer sus roles sexuales o reproductivos e incluso algunos estudios "aseguran que la presencia de los órganos genitales acortan sensiblemente la vida de nuestros canes". 

Así, en una nota informativa aseguran que aunque los perros nacen con la capacidad de reproducción sexual y tengan instintos que tienden a desarrollar esta faceta de su vida, "sus órganos genitales van destinados a una vida libre y salvaje que no es la que llevan bajo nuestra protección. En consecuencia, dichos órganos no tienen una función concreta en un entorno humanizado y acotado a la tarea de ser nuestros compañeros". 

Aquí las opiniones entre profesionales están divididas. Algunos piensan que pueden generar conflictos y suponer complicaciones de salud (sobre todo con la edad), acotando así posiblemente la vida del animal e incluso siendo una fuente de agresividad. Además, las hormonas sexuales también provocan ansiedad en los machos, en los que el nivel de secreción es más constante. La actividad de las glándulas anexas del perro se pueden ver afectadas por problemas, sobre todo de la próstata.