"Hizo un fresco de la España de los 50 y los 60 sin igual"
Cineastas y personalidades públicas glosan con admiración y tristeza unánimes la contribución del autor a la cultura española
"España y los españoles, a nuestro pesar quizás y con gran entusiasmo disimulado, queremos siempre ser berlanguianos". Estas recientes palabras de José Luis Borau, pronunciadas cuando su amigo Luis García Berlanga aún estaba entre nosostros, reflejan de qué manera tan profunda la mirada del cineasta acabó impregnando las pupilas y los corazones de millones de españoles. En una categoría que va más allá del cine de culto y del cine popular porque nunca hizo esa clase de distinciones, el director supo entender las claves del tiempo que le tocó vivir y compartirlas amarga y burlonamente con varias generaciones. Quizás por ello su fallecimiento provocó ayer una excepcional cascada de conmovidas reacciones, desde el más anónimo de los aficionados al cine hasta la Casa Real, que envió un telegrama de condolencias a la familia del cineasta.
ÁLEX DE LA IGLESIA
Muy emocionado, el director y presidente de la Academia de Cine leyó en la capilla ardiente una semblanza que escucharon la viuda y los hijos de Berlanga. "Me piden que lo resuma con dos frases y, si no es una broma, cómo les explico que Berlanga es más importante para mí que Ford, cómo les explico que Plácido cambió mi vida [...] Se encuentra en el Olimpo de los grandes, no sólo de este país sino del mundo entero. Nadie en la historia del cine ha llegado tan lejos en talento y tan cerca de nuestras almas malheridas. Luis Buñuel es el único que puede mirarle frente a frente. No hay nadie tan grande como Berlanga".
J. MARTÍN-DOMÍNGUEZ
Era un día de fiesta, pues se entregaban los premios del Festival de Cine de Sevilla. Pero con la noticia llegó el luto, y lo primero que quiso hacer el director del certamen, Javier Martín-Domínguez, antes del anuncio del palmarés fue rendir honor al cineasta con unas palabras a las que siguió un largo aplauso. "Queremos mostrar nuestro dolor por la pérdida del cineasta más importante de este país. Fue un ejemplo, un monumento del cine y un monumento personal. Afortunadamente ahora a todos nos quedan sus películas. Le mandamos a la familia Berlanga nuestro dolor y nuestro respeto por un hombre que fue una guía para todos nosotros".
CONCHA VELASCO
La actriz recordó ayer cómo luchó por conseguir el papel de Trini en París-Tombuctú. Vivió un rodaje "maravilloso": "Me pasaba todo el día a su lado observándolo y dándome cuenta de que no me había desilusionado su genialidad al estar cerca de él. Tenía todas las grandes virtudes de un ser humano", dijo. "Sin la ironía, sin el humor y sin la crítica social del cine de Berlanga no se entendería la historia reciente de España", concluyó Concha Velasco, para quien Berlanga es "uno de los tres directores más grandes de la historia del cine junto a Federico Fellini y Billy Wilder".
JOSÉ SACRISTÁN
"Es difícil resumir en pocas palabras la personalidad de Luis García Berlanga", afirmó José Sacristán. Pero de lo que está convencido el actor es de que "encarnaba la inteligencia en estado químicamente puro". Tras visitar su capilla ardiente, instalada en la sede madrileña de la Academia de Cine, el actor hizo unas breves declaraciones: "No solamente el cine está de luto. Toda la cultura de este país llora por Luis. Buñuel y él son los dos grandes de este oficio por su mirada de este país".
MARIANO RAJOY
Evidentemente, pocos representantes políticos se resistieron a hablar del director fallecido. Mariano Rajoy, que intervenía ayer en un mitin de su partido en Vila-Seca, definió a Luis García Berlanga como una persona "genial, inteligente y con un finísimo sentido del humor". "Qué bien nos iría si hubiese en estos tiempos que vivimos muchos Luis García Berlanga", añadió.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
También el presidente del Gobierno glosó la figura del cineasta, "uno de los grandes creadores de la cultura española". Tras mostrar su tristeza, Zapatero destacó que la forma del director entender la vida, "su estilo provocador, irónico y lúcido, forman parte ya de nuestro vocabulario cotidiano, de nuestra mirada al mundo". "Elevó la comedia al más alto rango de la creación y, como en la tradición clásica, supo hacernos reír señalando el espíritu de una época con una profundidad extraordinaria. Nos queda, vigilante y genial, el magisterio de su conciencia cívica".
Á. GONZÁLEZ-SINDE
La ministra de Cultura dijo que Berlanga es como la Real Academia Española, ya que su obra "limpia, fija y da esplendor al lenguaje cinematográfico". González-Sinde recordó además que en la exposición que celebrará el 20 aniversario del Museo Reina Sofía tendrá como pieza central en una de sus salas la proyección de Bienvenido Mr. Marshall, lo que "significa que la obra de Berlanga es fundamental para entender la cultura de España a partir de los años 50". Al igual que el guionista Rafael Azcona, concluyó, el director hizo un "retrato cabal" de nuestro país, y su cine sirvió de "espejo" y para "digerir los cambios sociales de toda una época".
BIGAS LUNA
Tras la muerte de Azcona en 2008, plantó en un bosque un árbol en homenaje a su figura. Desgraciadamente, el director volverá a repetir esa ceremonia, ahora en memoria de Berlanga, un hombre que tenía "dos virtudes que son la clave de la vida y de la cultura: la inteligencia y la ironía". "Es un hombre con una obra importantísima y con películas que pasarán a la historia", aseguró el catalán, que recordó su anécdota predilecta de Berlanga; cuando le preguntaron si siempre se reía de todo, y él replicó: "No, sólo de las cosas muy importantes".
MARISA PAREDES
La intérprete ensalzó al director valenciano porque siempre fue capaz de estar "por encima de todas las modas, las censuras y los impedimentos". "Ha hecho las películas más importantes del cine español", declaró Paredes, admiradora de su "clarividencia absoluta" y su "ácido sentido del humor". "Era un hombre único, deja un hueco insustituible en el cine español", sentenció.
JUAN LUIS GALIARDO
El actor, que tuvo la oportunidad de trabajar con Berlanga en Todos a la cárcel, lo recuerda como un hombre "inteligente" y "transgresor". "Se nos ha ido un maestro", añadió Galiardo antes de recordar que el director le dijo en una ocasión que no le daría ningún papel hasta que no fuera más viejo porque "no trabajaba con hombres guapos y altos, sino con material desechable". "Ahora el cine ya no es un medio de expresión en el que se cuentan historias con pedagogía social, se ha quedado reducido a un espectáculo pirotécnico de mucha tecnología pero con poco contenido", lamentó.
ICÍAR BOLLAÍN
"El mejor piropo que te podían decir es que hacías un cine berlanguiano", afirmó la realizadora Icíar Bollaín, también vicepresidenta primera de la Academia de Cine. A su llegada a la capilla ardiente, que vivió ayer un trasiego continuo de amigos, compañeros de profesión y admiradores, Bollaín recordó que se ha ido "un cineasta imprescindible, inmenso", una "referencia para todos". "El cine dio un vuelco con esta generación de cineastas. Es una generación que se tenía que ir, pero cuesta mucho asumirlo", admitió la cineasta.
M. GUTIÉRREZ ARAGÓN
El director de cine lamentó que la muerte de Luis García Berlanga, unida a la de Rafael Azcona en 2008, deja al cine huérfano de unos "cronistas" que retrataron la España de su época "como nadie lo ha vuelto a hacer sobre nuestro tiempo". "Hicieron una crónica irrepetible de la España de los años 50 y 60, un fresco de su época sin igual", destacó. Gutiérrez Aragón era amigo del cineasta, y recordó su última aparición pública, el año pasado en la inauguración de una sala de cine madrileña que lleva su nombre. "Ya no hablaba y no conocía a nadie, pero en su silla de ruedas y tapado con una manta se llevó un dedo a la cara e hizo el gesto como si le cayeran unas lágrimas", evocó. Y también quiso hacer una apreciación meramente cinamatográfica, pues al autor de Demonios en el jardín le parece injusto que el cine de Luis García Berlanga nunca fuera particularmente reconocido por sus virtudes técnicas. "Siempre se dijo que el técnico era Bardem, pero en películas como Novia a la vista o Plácido se ve la excelente puesta en escena de Berlanga", afirmó.
IMANOL URIBE
Más comedido, pero igualmente rendido al talento de Berlanga, el cineasta vasco aseguró que "no se puede explicar ni entender la historia del cine español reciente" sin el director valenciano, "uno de los pilares en los que se asienta" el séptimo arte en este país.
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