Jesús Quintero recupera su vocación teatral con el espectáculo 'El loco soy yo'

Jesús Quintero ha afrontado esta nueva temporada de la sala que dirige en la céntrica calle Cuna con el propósito de regresar a su primera vocación, la de actor, aquella en la que se inició en su San Juan del Puerto natal recitando "larguísimos parlamentos" y luego en el reparto de la Inquisición, de Diego Fabbri, en el Lope de Vega. Pero fue, finalmente, la "necesidad" de trabajar en el periodismo lo que lo apartó de las tablas a las que ahora se sube "para compartir con el público", "sin ninguna pantalla que nos separe", confesiones y recuerdos en El loco soy yo. En el espectáculo, en el que se rodea de sus habituales colaboradores -Javier Salvago en el guión, Paco Escamilla en la iluminación y Wolfgang Burman en la escenografía-, recorrerá capítulos de su vida: su infancia "en un pueblo de Huelva que olía a veneno, la celulosa", su llegada a Sevilla, episodios depresivos, o los logros y las sombras de su trayectoria profesional, que incluyen sobrecogedores testimonios como los logrados en las cárceles de Cuerda de presos. "He hecho más de 5.000 entrevistas, 10.000 horas de televisión, en España y América", apunta, "creo que con ese material podremos recorrer parte de lo que soy".

La magia de la escena permitirá además que cada una de las funciones -del 25 al 28 de este mes- sea distinta, y no sólo porque el guión sea una simple apoyatura para desplegar todo ese caudal de recuerdos que atesora, sino porque cada noche será un invitado distinto el que visite la sala para acompañar al periodista en esta suerte de biografía teatralizada. Además, la obra hará gira por varias ciudades como Marbella o Cáceres y está previsto que se retransmita por el canal de televisión online teatroquintero.tv (aún en construcción).

Pero antes de que este espectáculo "haga la tourné" -"a mi edad", bromea- Quintero recibirá este último trimestre del año en su teatro un cartel diseñado por Elena Carrascal, que verdaderamente convierte a este espacio, con 322 butacas de aforo, en un centro vivo y para todos los públicos que, insistieron sus responsables, "no recibe ayuda pública alguna; se financia únicamente con la taquilla", por lo que la subida del IVA aplicado a la cultura en un 21% ha supuesto "un mazazo que ha tocado negociar con las compañías" para el precip de las entradas, ajustadas entre los 15 y 20 euros.

DIVERSIDAD DE GÉNEROS

Desde esta noche y hasta el domingo (20:30), Manuel Monteagudo recupera el personaje de Taí Vigina, una anciana inspirada, contó el actor, en su madre, que padeció demencia senil durante 16 años. Es, define su creador, "un personaje que conecta rápidamente con el público, por esa mezcla de comedia y tragedia" y que, al fin, "es de lo que se compone la vida".

La programación se extenderá hasta la madrugada con el cabaré de la argentina Pía Tedesco, los días 19, 26 y 27 a las 23:00. "Tras la excelente acogida que ha tenido el cabaret flamenco durante la Bienal", explicó Carrascal, el Quintero quiere seguir cultivando esa nota canalla con Bordeaux. Historias de cabaret, un espectáculo basado en los temas del último disco de la cantante y actriz bonaerense. El cabaré es también el género que propone la compañía granadina Laví e Bel, desde el 2 al 17 de noviembre, en Cabaret Popescu, que sólo en Granada ha recibido el aplauso de más de dos mil personas. Dirigido por Emilio Goyanes, la obra está diseñada como un espectáculo cena -con un menú del Catering Baco y un precio de entre 50 y 60 euros- en el que "desde la entrada, el espectador vive el ambiente cabaretero" porque "son los propios actores los que servirán las mesas " y harán las delicias de un público, que, advierte su creador, "no tiene que temer que le saquen al escenario, porque el show estará ocurriendo en su propia silla". Para esta propuesta noctámbula las butacas del Quintero se replegarán y dejarán la sala despejada para dar cabida a un aforo máximo de 200 personas.

En noviembre, el cartel propone el encuentro del público con artistas como la cantante Cristina Rosenvinge quien, a su vez, entablará un diálogo con el poeta Alejandro Simón en Antagonista (día 14) mientras que el gaditano Alex O'Dogherty presentará Mi imaginación y yo, título en el que conviven el teatro y el monólogo con la música de su nueva banda: La Bizarrería (los días 23, 24 y 30). En su primera vez en Sevilla, Antonia San Juan ha preparado un repaso a sus grandes monólogos, con esos golpes de humor que encandilaron a Almodóvar cuando la fichó para interpretar a Agrado en Todo sobre mi madre (29 y 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre). Ya en diciembre, las actrices sevillanas Cuca Escribano y Ana Ruiz presentan De par en par (del 5 al 9 de diciembre), una pieza en la que boleros y tangos serán la banda sonora de la historia de una familia disfuncional. Finalmente, La Tarasca presentará La flauta mágica y Las pequeñas cuatro estaciones (desde el 5 al 30 de diciembre), propuestas familiares que incorporan nuevos públicos a un teatro que crece desde el centro.

Un espacio que, entre sus múltiples proyectos, prepara el arranque en febrero de la Escuela de Presentadores, que, en colaboración con la Universidad de Sevilla, formará en el arte de la comunicación a quienes están llamados a tomar el relevo de Jesús Quintero.