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Straub-Huillet: prohibido aplaudir

Gran acontecimiento editorial y cinéfilo: Intermedio lanza al mercado dos cofres con los filmes 'alemanes' e 'italianos' de Jean-Marie Straub y Danièle Huillet

Jean-Marie Straub y Danièle Huillet, en un rodaje en el campo.
Manuel J. Lombardo

20 de abril 2010 - 05:00

Cofre a cofre, Intermedio va saldando las numerosas deudas de nuestro mercado de DVD con el mejor y más radical (en el sentido literal del término) cine contemporáneo, destapando, de paso, las vergüenzas culturales de un país que ha vivido y vive de espaldas a las propuestas cinematográficas más interesantes de su tiempo a cambio de ese nuevo y estéril modelo autorial globalizado para consumidores de lo alternativo.

El cine de Straub y Huillet, auténticos francotiradores solitarios y perseverantes desde que despuntaran con su Crónica de Anna Magdalena Bach (1967) en los márgenes del Nuevo Cine Alemán, inimitable tándem de espeleólogos de la imagen y el sonido, esencialistas de la materia cinematográfica como herramienta para visibilizar, representar y hacer audible el diálogo del cine con su propia historia (de Griffith a Ford, de Hawks a Bresson) y, especialmente, con la gran cultura europea (de Sofocles a Corneille, de Hölderlin a Brecht, de Boll a Mallarmé, de Kafka a Pavese, de Tintoretto a Cezanne, de Bach a Schönberg) con más voluntad didáctica que pose elitista, es un cine que quema, que (se) resiste, invitando a su espectador (nada que ver con el público, como recuerda Daney) a replantearse su desgastada y corrompida relación con las imágenes (y los sonidos) después de más de cien años de inercias y encantamientos.

Este materialismo preciso y obsesivo de los Straub ("la claridad de los signos unida a su profunda ambigüedad", decía Godard), su diálogo constante y en presente con las formas artísticas del pasado (Charles Peguy: "Hacer la revolución es también volver a poner en su sitio cosas muy antiguas"), su voluntad de hacer un cine político no tanto en su contenido (que también: el judaísmo, la lucha de clases o la banalización del Arte atraviesan su proyecto) como en su forma, en cuya sencillez ontológica reside precisamente buena parte de su radicalidad, se preocupa por detalles tan simples (y al mismo tiempo tan trascendentales) como la ubicación exacta de la cámara, su justa distancia con el objeto o el cuerpo filmado, la inflexión de una sílaba, el ritmo de las palabras, la música de una frase, por la fidelidad, eminentemente baziniana, a una luz, a un gesto, a un bloque de espacio-tiempo en definitiva.

Pedro Costa nos mostró este proceso en ¿Dónde yace tu sonrisa escondida? (2001), un hermoso documento sobre el trabajo de los Straub (dos entrañables cascarrabias reconvertidos en pareja de screwball clásica) en una sala de montaje, midiendo la pronunciación de una n, el grano de una voz, la duración exacta de un plano antes de pasar al siguiente. Ahora, al fin, podemos recuperar o revisar en espléndidas copias algunas de esas películas que los distribuidores y programadores de televisión nos han escamoteado durante tanto tiempo, una parte (se prometen más) de ese corpus que, sin embargo, ha circulado con clandestino mimo a lo largo de los años entre los miembros de una particular Internacional Straubiana, haciendo de cada nuevo filme de la pareja, hoy ya rota (Huillet fallecía en 2006, aunque Jean-Marie Straub ha seguido en activo), uno de los acontecimientos cinéfilos más celebrados de cada temporada.

Los dos cofres que ahora se editan, con sus correspondientes y cuidadísimos (es de rigor) subtítulos en castellano y un libreto de 64 páginas con una esclarecedora biofilmografía de Manuel Asins, recuperan los filmes alemanes e italianos de los Straub, filmes que, más allá de las circunstancias de producción, emergen como muestras de la inquebrantable vocación transnacional y verdaderamente europeísta de su cine, por supuesto, la más alejada que pueda imaginarse de los preceptos burocráticos de Bruselas.

En el primero encontramos sus dos primeros filmes, Machorka-Muff (1962) y No reconciliados… (1965), ambos a partir de textos de Heinrich Böll, junto a tres adaptaciones de obras musicales y óperas de Schönberg, Moisés y Aarón (1974), Introducción a la 'Música de acompañamiento para una escena de película' de Arnold Schönberg (1972) y De la noche a la mañana (1996).

En el segundo, se agrupan las adaptaciones de obras de Cesare Pavese, De la nube a la resistencia (1978) y Esos encuentros con ellos (2005), Elio Vittorini (Sicilia!, 1998, junto a la que también se incluye la versión teatral y dos cortometrajes, El viandante y El afilador, sendos nuevos montajes de dos pasajes de la película), y Franco Fortini, protagonista y lector de su propio ensayo en Fortini/Perros (1976).

3DVD's + Libro (64 págs.) / 4DVD's. Intermedio. 39,95 euros c/u

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