En un formato que conviene ir revisando, pues año tras año parece hacerse más largo y tedioso, el Teatro de la Maestranza presentó su programación para la Temporada 2022-23 bajo el lema “El Teatro que puedes tocar”. En palabras de su Director General, Javier Menéndez, la idea de tocar tiene, después de la pandemia y gracias también al carácter polisémico del verbo, un sentido “físico, metafísico y emocional”, un concepto que le sirvió además para conectar con todas las instituciones con las que el coliseo del Paseo Colón se ha tocado para preparar esta programación: ROSS, OBS, Teatro Lope de Vega, Femás, OJA, Universidad, Conservatorio Superior, Juventudes Musicales... además obviamente de los patrocinadores privados y de las instituciones públicas que mantienen sus actividades.

Antes de Menéndez, habían intervenido Joan Francesc Marco, quien apenas lleva un mes como Director General del Inaem, organismo dependiente del Ministerio de Cultura (a quien corresponde este año la presidencia rotatoria del Consorcio del Teatro); Patricia del Pozo, Consejera de Cultura de la Junta de Andalucía; Sonia Gaya, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Sevilla; y Alejandro Moyano, Diputado de Cultura de la Diputación sevillana, quienes, como era de esperar, repartieron elogios y se felicitaron por la programación.

Javier Menéndez en un momento del acto.

Además de insistir en la necesidad de superar de una vez el clima pandémico y de afrontar el futuro con esperanza, Javier Menéndez informó de que las instituciones han tenido que incrementar sus aportaciones para cubrir los déficits generados desde 2020 por las impuestas restricciones de aforo. Eso ha permitido también que si el presupuesto del curso pasado rozaba los 9 millones de euros (8.923.299,77 euros, especificó), este año se haya llegado a los 9.770.384 euros, si bien, el apartado destinado a programación apenas alcanza los 3 millones, y ello a pesar de que ese capítulo ha sido el más beneficiado con casi un 20% de incremento.

Aunque en el apartado Cita en Maestranza y en las actividades programadas en la Sala Manuel García pueden encontrarse otro tipo de propuestas, el grueso de la oferta del teatro tiene que ver con la ópera y con la danza. Cinco títulos líricos podrán verse en su escenario principal, más un sexto que, repitiendo la experiencia de este año, será acogido por el Teatro Lope de Vega. Se trata de Je suis narcissiste, una ópera con música de Raquel García-Tomás estrenada en 2019 y que el Maestranza tuvo que cancelar en 2020. Las dos funciones programadas podrán verse el 20 y el 21 de mayo de 2023. Otro espectáculo cancelado también por la pandemia se recupera ahora. Es uno de los más esperados, ya que supone el estreno en Sevilla de Jenůfa de Leos Janáček, el primer gran éxito internacional del compositor checo, que se estrenó en 1904, y que llegará (16, 18 y 20 de febrero) en la producción de uno de los grandes registas del momento, Robert Carsen.

La programación lírica se abrirá en noviembre (días 8, 10 y 12) con el título que culminaba la trilogía de las reinas de Donizetti y que estaba inédito en el Maestranza (y en Sevilla, al menos desde el siglo XIX), Roberto Devereux, obra de 1837, que llega en producción del sudafricano Alessandro Talevi para la Ópera Nacional de Gales, con algunos cantantes ya bien conocidos del teatro, como Ismael Jordi o Nancy Fabiola Herrera. En diciembre (11,13, 15 y 17), volverá a verse Las bodas de Fígaro de Mozart, que esta vez viene avalada por la propuesta de Emilio Sagi para el Teatro Real en 2014. En marzo se presentará por primera vez en escena en el Maestranza, y aunque parezca difícil de creer, La vida breve de Falla ("la mejor ópera española de siempre en mi opinión", acotó Menéndez), que llegará (18 y 19 de marzo) en la aclamada producción de Giancarlo del Monaco para Les Arts de Valencia.

'La vida breve' de Manuel de Falla en la colorista visión de Giancarlo del Monaco.

La temporada lírica la cerrará Tosca de Puccini (8, 11, 13, 14, 16 y 17 de junio), en una coproducción en la que ha colaborado el teatro sevillano y que se estrenó ya en La Monnaie de Bruselas bajo la dirección escénica de Rafael R. Villalobos. Además, el Maestranza será un año más sede de la final del Certamen Nuevas Voces Ciudad de Sevilla que organiza la Asociación de Amigos Sevillanos de la Ópera, dará cabida a los dos últimos espectáculos del Femás (presentados ya recientemente: un recital del contratenor polaco Jakub Józef Orlinski, auténtica estrella barroca de nuestros días, que se verá el Sábado de pasión, es decir, 1 de abril, y la Pasión según San Mateo de Bach a la mañana siguiente, sí, en Domingo de Ramos, con dos de los más notables conjuntos en su especialidad, Vox Luminis y la Freiburger Barockorchester) y acogerá cuatro de las seis cantatas del Oratorio de Navidad de Bach que interpretará la OBS, dirigida para la ocasión por Ludwig Böhme, que vendrá con el Coro de Niños de Windsbach.

El apartado de danza se abre el 1 de octubre con una Gala en homenaje a Alicia Alonso por el centenario de su nacimiento (1920), que también tuvo que ser aplazado en su momento. Seguirá un clásico del último cuarto de siglo, Le Presbytère de Maurice Béjart, que lo diseñó en 1996 con músicas de Queen y de Mozart y que lo presentará con su Ballet de Lausana el 14 y 15 de octubre en lo que, según Menéndez, puede ser la última ocasión de verlo en escena. El típico ballet clásico de Reyes con la ROSS en el foso (11, 12, 13 y 14 de enero) contará con invitados de lujo, los Ballets de Monte-Carlo que con Jean-Christophe Maillot presentarán el Romeo y Julieta de Prokófiev, una coreografía que lleva años recorriendo el mundo y que usan infinidad de compañías. A finales de mes (22 y 23 de enero) llegará una propuesta singular, Pixel, de la Compagnia Käfig, que, con dirección artística y coreografía de Mourad Merzouki, establece un diálogo entre los bailarines y una serie de proyecciones digitales.

Romeo y Julieta en la visión de Jean-Christophe Maillot para sus Ballets de Monte- Carlo

Seguirán dos espectáculos flamencos muy diferentes, ¡Fandango! (25 de febrero), de las Compañías de David Coria y David Lagos, que triunfó, con severas restricciones de público, en la Bienal de 2020, y Fuego (23 y 24 de marzo), la mezcla del flamenco con El amor brujo de Falla que en su día no dejara especialmente satisfecho a Antonio Gades y ahora presenta su compañía. La programación dancística la cierra el 13 y el 14 de mayo Crea Dance de Marta Rovira con su visión del Réquiem de Mozart.

La sección Cita en Maestranza vuelve a contar con Pasión Vega (26 de diciembre) y confirma la casi absoluta disolución del antiguo importante ciclo de Pianistas (sólo queda un recital de Javier Perianes el 16 de abril y la comparecencia de la eterna Maria Joao Pires junto a la Orquesta del Mozarteum de Salzburgo y Trevor Pinnock el 11 de febrero). La parte del jazz la cubre Brad Mehldau con su Trío (19 de febrero), viene Rufus Wainwright (17 de abril), en otro recital cancelado en su día, y se han preparado dos espectáculos de fusión, uno del cantaor Arcángel (17 de marzo), que lleva por título Bel cante y que dirigirá musicalmente el guitarrista José María Gallardo del Rey, y otro en el que actuarán juntas la soprano Mariola Cantarero y la cantaora Marina Heredia (15 de junio).

El neoyorquino Rufus Wainwrigth actuará el 17 de abril.

No deben olvidarse los ciclos de la Sala Manuel García: Rasgando el silencio (música de compositoras) y Alternativas de Cámara, en colaboración con Juventudes Musicales, cada uno de ellos con cuatro citas. Entre los espectáculos para las Jóvenes Audiencias cabe destacar la presencia del conjunto Aracaladanza y la vuelta de la Compañía Claroscuro, con sus deliciosos espectáculos de títeres aptos para todos los públicos.