Patrimonio y música

Últimas noches en el Palacio de la Motilla

  • La Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla organiza un concierto en el patio central del palacio, una de las joyas ocultas de Sevilla. El próximo lunes habrá un nuevo concierto con piezas de Bach y Haendel

Antonio Duro, en un momento del concierto.

Antonio Duro, en un momento del concierto. / José Ángel García

El concierto que se celebró la noche del pasado lunes en el Palacio del Marqués de la Motilla tuvo un sabor agridulce. Por una parte, los 200 asistentes, la gran mayoría pertenecientes a la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla -organizadora del evento-, pudieron disfrutar de un íntimo y delicioso concierto protagonizado por Antonio Duro, quien según la crítica especializada es uno de los guitarristas de mayor nivel técnico del momento, y el violista argentino Leo Rossi. Por la otra, todos los presentes eran conscientes de que estaban viviendo el fin de una época de ocho siglos, aquella en la que el edificio, una de las joyas del patrimonio histórico-artístico sevillano más desconocidas, ha estado vinculada a un mismo linaje, desde la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo, en 1248, hasta la actualidad. El palacio pasará próximamente a ser propiedad del empresario Mario López Magdaleno, una vez culminada en diciembre la operación de compra y venta puesta en marcha recientemente.

Conscientes quizás de las circunstancias, los organizadores del evento quisieron que las interpretaciones musicales estuviesen acompañadas por la disertación de Jesús Morejón, restaurador de varias de las estancias de la casa en los últimos tiempos. Morejón relató algunos de los hitos del edificio que se encuentra en la esquina de la calle Laraña con Cuna, desde su cesión en los repartimientos al linaje de los Fernández Santillán, antepasados del todavía propietario del palacio, Miguel Solís Martínez-CamposMarqués de la Motilla, hasta las restauraciones más modernas protagonizadas por el propio Morejón, pasando obviamente por la gran intervención de los arquitectos Gino Coppedè y Vicente Traver quienes, en los años veinte del siglo XX,  le dieron el aspecto  italiano-medieval que hoy tiene. 

Los asistentes pudieron disfrutar tanto del patio de entrada, que gracias al enorme bambú centenario es uno de los espacios interiores más singulares de la ciudad, como del gran patio central con esgrafiados del siglo XX de un gran interés técnico e iconográfico. Este espacio, data del siglo XVI, como delatan los capiteles de sus columnas de mármol genovés con los escudos de los principales linajes de la familia hasta ese momento. En el centro hay una extraordinaria copia de la Fuente de la Barcaza de Bernini de la Plaza de España de Roma, alrededor de la cual se sentó el público para escuchar el concierto.

El programa musical consistió en una primera parte en la que sólo sonó la guitarra romántica de Antonio Duro (como solía suceder en los palacios europeos en el XIX), con las piezas de Fernando Sor (Seis arias escogidas de la ópera de Mozart La flauta mágica op. 19 para guitarra), Johann Kaspar Mertz (Elegía para guitarra) y Dionisio Aguado (El fandango variado op. 16 para guitarra). En la segunda parte del concierto, en la que se incorporó el violinista Leo Rossi, se pusieron escuchar composiciones de Ferdinando Carulli (Duo op. 109 nº 3 para violín y guitarra), Niccolò Paganini (Cantabile para violín y guitarra op. 17) y Anton Diabelli (Popurrí sobre obras populares de Beethoven nº 1 para violín y guitarra).

El próximo lunes 13 de junio, a las 21,00 horas, la Asociación de Amigos de la Barroca celebrará un nuevo concierto en el Palacio de la Motilla, con la participación de los músicos Rafael Ruibérriz de Torres (flauta travesera), Ventura Rico (viola da gamba), Alejandro Casal (clave)Irene Rico (violonchelo), quienes tocarán piezas de Bach y Haendel. La disertación histórica correrá a cargo de Álvaro Recio.

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