Todo el cante es de ida y vuelta

Crítica de Flamenco

Juan Vergillos

19 de marzo 2016 - 05:00

LAS MINAS PUERTO FLAMENCO

Baile: Amador Rojas, Eduardo Guerrero, Yolanda Osuna. Cante: Gema Jiménez. Cante para el baile: Juan José Amador, Bernardo Miranda. Guitarra: José Tomás Jiménez, Ramón Amador. Flauta: Óscar de Manuel. Percusión: Lolo Plantón. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Viernes 18 de marzo. Aforo: Lleno

El espectáculo presenta una selección de galardonados, no necesariamente con los primeros premios, del Festival de las Minas. Es, por tanto, un concierto de baile, cante y toque con excelentes intérpretes. El cante solista lo puso la jodeña Gema Jiménez, Lámpara Minera 2005 que brilló, incluso, en las Habaneras de Cádiz con que cerró la obra, una canción que rompió con la tónica flamenca de la noche pero que Jiménez resolvió con solvencia. La cantaora tiene un fraseo espectacular y una voz clara y muy fresca. Los tres bailaores representan una forma frenética, muy rítmica, de concebir la danza flamenca. Pero cada uno le aporta su carácter: Eduardo Guerrero es aristoso y febril, muy técnico, pero con algo de melaza en su puesta en escena. Amador Rojas busca nuevas formas de expresión corporal para la danza flamenca, es un bailaor muy personal, fascinante en tangos y soleá, con un asombroso manejo de la capa. Y Yolanda Osuna propuso una danza dramática en la negrísima petenera. Óscar de Manuel ofreció una excelente versión de la versión de Jorge Pardo del Bolero de Ravel y José Tomás hizo una luminosa soleá por bulería.

Se trata, por tanto, de un buen recital de flamenco, si como tal lo entendemos, aunque no sea esta la intención primera de la propuesta. Para que fuera otra cosa necesitaría un guión y una dirección. Y entender, claro, que todo el flamenco es "de ida y vuelta", incluyendo fandangos, peteneras y tangos. Con la excepción, quizá, de la colombiana, una genuina creación del ínclito Pepe Marchena.

stats