Cine de verano contra la emergencia climática
Salir al cine
El Cicus, la Diputación y el CAAC convocan a los valientes que quieran pasar las tórridas noches delante de una gran pantalla viendo un puñado de buenas películas
Tal y como se presenta el ambiente térmico, tal vez sería más práctico y beneficioso para salud recomendarles estrenos de plataformas antes que los de los cines de verano de la ciudad, pero aquí nos debemos a la tradición, ambigú mediante, y a una oferta variada e incluso selecta para los valientes que se atrevan a salir de casa por la noche con la que está cayendo.
Como informaba en estas páginas Carmen P. Acal hace unos días, son tres los espacios que proyectan cine al aire libre en la ciudad a lo largo de este periodo estival o al menos durante este mes de julio: el ya clásico Patio de la Diputación Provincial (Menéndez y Pelayo, 32), con una programación variada y alterna entre los éxitos comerciales de la temporada y una buena selección de cine nacional y de autor internacional; el que se celebra en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), también en la Cartuja (Avda. Américo Vespucio, 2), este año programado desde la Consejería de Cultura y Deporte con un claro carácter temático y, finalmente, la no menos veterana programación del ciclo ‘21 Grados’ que se celebra en el Cicus (C/ Madre de Dios, 1) de la que ya dimos cuenta hace un par de semanas.
Empecemos por refrescarles (es un decir) lo que nos depara este último a lo largo de esta y la próxima semana: hoy jueves (siempre a las 22:30 y con entrada libre) pueden ver el clásico italiano de Ettore Scola Una jornada particular (1977), a mayor gloria de unos extraordinarios Marcello Mastroianni y Sofia Loren y en unas claves anti-totalitarias y libertarias que vienen muy bien para los tiempos y estos días de celebración del Orgullo LGBTQ+. Ya el martes 8, y dentro del ciclo dedicado al cineasta de origen checo Milos Forman, se proyecta la estupenda epopeya norteamericana Ragtime (1981), adaptación de la novela homónima de E.L. Doctorow ambientada en el Nueva York de principios del S.XX, y al día siguiente, miércoles 9, el extraordinario primer largo de Agnès Varda, La pointe courte (1955), acompañado de su corto Du côté de la côte (1958), muy apropiados y refrescantes para la época.
Si lo prefieren, y a escasos metros de allí, pueden asomarse al Patio (de la Diputación) para ver el correcto biopic de Bob Dylan dirigido por James Mangold y protagonizado por Timothée Chalamet Un completo desconocido, que se proyecta hoy jueves 3 y el sábado 5 (siempre a las 22:15, con entradas a 4,50€), la cinta brasileña ganadora del Oscar al mejor filme extranjero sobre los estragos de la dictadura militar en los años 70 Aún estoy aquí, de Walter Salles, mañana viernes 4, la envenenada comedia negra familiar del prolífico François Ozon Cuando cae el otoño, prevista para el domingo 6, o, ya el lunes 7, uno de los grandes éxitos de taquilla y crítica del cine español de 2024, La infiltrada, de Arantxa Echevarría, trepidante thriller que nos mete en las entrañas de ETA de la mano de una agente de policía interpretada por la ganadora del Goya Carolina Yuste.
Otra opción es coger el coche y plantarse en alguno de los cines de verano itinerantes por parques, patios, plazas, auditorios y zonas verdes de Gines, La Algaba, Castilleja de la Cuesta o Mairena del Alcor, aunque en la mayoría de los casos la programación tenga un carácter eminentemente infantil y familiar.
Cine, arte y fotografía
En lo que respecta al cine de verano del CAAC, su edición de 2025, que lleva ya tres sesiones (cada jueves a las 22h., entrada libre) y a la que aún le restan otras dos, opta por el hilo temático entorno al arte, la danza o la fotografía contemporáneas.
Son precisamente dos grandes fotógrafos, el español Carlos Pérez Siquier y el británico Martin Parr, los protagonistas de sendos documentales que se podrán ver hoy jueves 3 y el 10 de julio respectivamente. Dirigido por el cineasta y crítico Felipe Vega, Azul Siquier (2019) nos acerca a Pérez-Siquier (Almería, 1930-2021), fotógrafo que buscó siempre la inspiración y la mirada en la luz y el color de su tierra. El documental da cuenta de su trayectoria y de la búsqueda de una mirada personal llena de humor y melancolía.
Martin Parr también ha hecho del paisaje y el paisanaje nacional británico el sello distintivo de su obra, primero en blanco y negro, luego en un color siempre vibrante y reconocible capaz de revelar la esencia de lo popular y sus muchas contradicciones. En el documental I am Martin Parr (2024), Lee Shulman lo sigue en sus numerosos viajes por Inglaterra y otros países para revelar su singular método de trabajo, siempre al acecho crítico o satírico de todo lo que hay de insólito, bizarro, cómico o sorprendente tras la superficie de lo real.
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