Cómo aprender a ser la hija de un mito sexual

Mi mamá Jayne | Estreno en HBO Max

Jayne Mansfield en una imagen del documental.

La ficha

** 'Mi mamá Jayne'. Documental-cine, EEUU, 2025, 104 min. Dirección y guion: Mariska Hargitay. Fotografía: Tony Hardman. Música: Max Avery Lichtenstein.

En sus mejores tramos, este documental de la actriz Mariska Hargitay nos acerca con generoso material de archivo a los orígenes, la carrera fulgurante, la vida familiar, las insospechadas dotes musicales y la decadencia de quien fuera uno de los grandes iconos y mitos sexuales del Hollywood de los años 50 y 60, Jayne Mansfield (1933-1967), sin duda mucho más apreciada por su despampanante figura y su explotado glamour de rubia tonta en la estela de Marylin, que por sus dotes interpretativas en un puñado de títulos menores aunque populares (La chica no puede remediarlo, Bésalas por mí) hechos a la medida de su imagen moldeada por el estudio (Fox) y los publicistas.

Pero no es ese el foco principal del filme de HBO, sino más bien el del diálogo, el tono confesional o la pesquisa de la propia Hargitay por conocer verdaderamente a su madre, a la mujer tras la imagen y el personaje público de pose y voz impostadas, a la que perdió cuando apenas tenías tres años en un fatídico accidente de tráfico que inevitablemente hemos recordado asociado a la película Crash de David Cronenberg y a su extraña fauna de frikis fascinados por los accidentes mortales de grandes estrellas y celebrities.

Hay que ver por tanto esta Mi mamá Jayne como una suerte de investigación terapéutica y psicoanalítica donde la Mansfield va quedando poco a poco en un segundo plano para dejar paso, no precisamente con demasiado pudor, a las interioridades, huellas y secretos (muchos y astutamente dosificados en el relato) de una vida marcada por la pérdida, los fracasos sentimentales, las dudas, el maltrato, la máscara y el peso del estrellato, las malas decisiones y las ocultaciones que, a la postre, terminaron pasando factura a la identidad de los hijos.

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