TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

emoticuentos | Crítica de teatro

El placer de escuchar un cuento

Pepepérez y sus 'Emoticuentos'

Pepepérez y sus 'Emoticuentos' / CCImagen

Conocidos en la actualidad como narradores orales, Pepepérez Cuentacuentos asume en su propio nombre la labor que lleva desarrollando hace 33 años cuando empezó a dedicarse a la noble tarea de contarnos historias. Cuentos y leyendas narrados al calor de un fuego que recogían la sabiduría popular y que se transmitían de boca a boca cuando el noventa y nueve por ciento de la población no sabía leer.

Pepepérez es un consagrado maestro en este noble arte de contar cuentos, ya provengan de la tradición o de propia creación como ocurre en el delicioso espectáculo que vimos en el Teatro La Fundición, Emoticuentos.

Pepepérez, 33 años de experiencia al servicio de contar historias

Con una divertida escenografía creada por Lorpersan en la que se tunean los famosos emoticonos de los que nos servimos para mandarnos mensajes, Pepepérez hace gala de su sabiduría escénica para meterse en el bolsillo al público. Me pareció fascinante con qué facilidad interactuaron los niños pero también los padres.

Provisto de una excelente voz a la que modula dotándola de innumerables registros y creando descriptivas onomatopeyas, Pepepérez nos describe las seis emociones básicas de los seres humanos: la alegría, la sorpresa, la aversión, el miedo, la ira y la tristeza.

Jugando al azar, el orden de los cuentos vienen dados por unas bolas a modo de sorteo, asistimos, embobados, a los cuentos Mariquilla y las habas, Pellopeste (ambos de origen popular), Lucas y el barroÓscar y el mar en la cocina, La bicicleta rosa (escritos por Pepepérez) y El abuelo gato del italiano Gianni Rodari. Hay mucho amor, esperanza y felicidad en estas pequeñas historias tan bien narradas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios