Un cerdo (antifascista) que vuela

Porco Rosso | Reestreno en cines

Una imagen de 'Porco Rosso' (1992, Hayao Miyazaki).

La ficha

***** 'Porco Rosso'. Animación-aventuras, Japón, 1992, 93 min. Dirección y guion: Hayao Miyazaki. Música: Joe Hisaishi.

A 33 años de su estreno en Japón y 35 de su llegada a las salas españolas, aquella fue la primera película de Ghibli-Miyazaki en hacerlo, Porco Rosso regresa ahora a la cartelera para celebrar el espíritu burlón y las prodigiosas y elegantes piruetas voladoras del que posiblemente sea el cerdo más memorable de la historia del cine, héroe antifascista y solitario en la Italia de entreguerras, romántico-melancólico de frases siempre certeras y lapidarias, noble y honorable caballero, surcador aéreo del Adriático, incansable duelista contra piratas entrañables y fantoches norteamericanos destinados a presidir aquel país.

Sin duda la más adulta de las películas de Miyazaki junto a El viento se levanta, Porco Rosso daba rienda suelta a su pasión por el imaginario europeo y aeronáutico y a esa vocación humanista y pacifista escondida en una fábula y un personaje bajo cuya apariencia porcina se esconde empero una buena dosis de cine clásico y, si me apuran, en su último tercio, del mismísimo John Ford de El hombre tranquilo o La taberna del irlandés en su festivo caos en plena competición por el honor, el amor y la gloria.

Más vigente que nunca en su reivindicación del antifascismo, la palabra, la camaradería y el pacifismo como manera de estar en el mundo, Porco Rosso pulsaba y pulsa también la tecla del feminismo sin dogmas ni pancartas, poniendo en su epicentro a una joven ingeniera que no se casa con nadie y a una dama viuda que sabe distinguir perfectamente entre el galán impostor y el cerdo con corazón de oro y principios inquebrantables. Esas son algunas de las lecciones de esta joya animada. Las otras ya las conocen de sobra, marca del maestro nipón: la paleta inconfundible, el gusto por el detalle, un sentido plástico y minimalista de la animación siempre al servicio del movimiento, la luz y el aire que pasa entre los objetos, los elementos y las figuras y, sobre todo, de esos vuelos espectaculares modulados como auténticos bailes a distintas velocidades y desde distintas perspectivas que también hacen de Porco Rosso el mejor filme sobre aviones jamás dibujado y filmado.

También te puede interesar

Lo último