En Libro de familia, una obra del madrileño David Trullo, el observador se encuentra con una anomalía: un documento oficial recoge la boda, en 1957, de Daniel y Nicasio, una unión que el Estado no podía respaldar en plena dictadura franquista. Y a eso se suma otra rareza: los dos contrayentes, puede comprobarlo uno si detiene la mirada en el escrito, son hijos de dos parejas de hombres. En otra composición, esta de LPO (Luis Pérez Ortiz), un dibujo de tinta sobre papel, Oliver Hardy y Stan Laurel, el Gordo y el Flaco, rebautizados aquí como Lurel y Ardi, dan la impresión, ataviados con sus chaqués, de ser una pareja de camino hacia el altar. Pero estas situaciones, ya se sabe, nunca se dieron. Ya lo apuntó Cernuda: entonces, el hombre no podía decir lo que amaba.

Te quiero, una muestra que celebra los 15 años de la aprobación del matrimonio igualitario en España y que estará en el Espacio Santa Clara, programada dentro del Festival Cultura con Orgullo (FOC) hasta el 15 de noviembre, recuerda que hubo un tiempo en el que no era posible que dos hombres o dos mujeres se expresaran su afecto a plena luz del día. "Hace muchos años me di cuenta de que en la ciudad en la que vivía en todos los buzones estaban escritos el nombre de un hombre y el de una mujer. Quizás también los de uno, dos o tres hijos. Pero siempre esa dualidad, lo masculino acompañado de lo femenino. Yo no acababa de entender cómo el sistema había tenido tanto éxito a la hora de imponer una homogeneidad casi absoluta. Una forma uniforme, un uniforme en el que todo el mundo debe entrar, sin apenas disidencias. ¿Cómo lo ha logrado? ¿Cuánto terror ha tenido que infligir a las personas para que todas traten, al menos aparentemente, de vivir de la misma forma?", se cuestiona el comisario Pablo Peinado en las notas de Te quiero, una escala significativa en su trayectoria al ser la muestra número 50 que organiza.

Retrato de Cernuda por Gregorio Prieto.

Peinado organizó en junio de 2005 otra exposición, Cosas de casados, una colectiva que abrió sus puertas a mediados de ese mes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y con la que los artistas reivindicaban la legalización del matrimonio gay en España. Apenas unos días más tarde, el 30 de junio de 2005, una votación histórica cambió las cosas. De esa experiencia nació la Colección Visible, "una colección de arte y un archivo" que sirve "de memoria colectiva e histórica para el Colectivo LGTBIQ+", compuesta por más de 2.000 obras y 25.000 documentos que ilustran el viaje de un país hacia la libertad.

Guillermo Pérez Villalta, Tom of Finland, Nazario, Ralf König, Gilbert and George, David Hockney, Pedro Almodóvar, Colita, Ángel Pantoja o Derek Jarman son algunos de los grandes creadores que forman parte del catálogo de esta cita, que debe su título a uno de esos poemas magistrales de Cernuda en los que cualquier fragmento ("Te lo he dicho con el sol, / que dora desnudos cuerpos juveniles / y sonríe en todas las cosas inocentes") refleja la enorme talla del autor. "Era importante la presencia en esta muestra de Cernuda", se lee en la cartela que acompaña un retrato que de él hizo Gregorio Prieto, "porque es el poeta sevillano más universal, es el poeta del amor/desamor hacia los hombres en su caso, pero sobre todo del amor vivido como una herida que produce gozo pero también dolor".

'Retrato de Pablo y Marce', de Rodrigo.

La muestra, que se abre con el recuerdo de las escasas parejas homosexuales que han trascendido del pasado, como las de Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas –una relación por la que Wilde pagó el precio de la cárcel– o la de Aquiles y Patroclo, y que reivindica asimismo a pioneros como Christine Jorgensen, la primera persona que tuvo una cirugía de reasignacion de sexo exitosa, o Pedro Zerolo, que ayudó a cambiar en España la percepción de la homosexualidad, incluye un programa de actividades que entre otras propuestas reserva una mesa redonda sobre ¿Para qué sirve el arte LGTBIQ+? (este martes a las 20:30), en la que intervienen el comisario Pablo Peinado y el especialista Juan-Ramón Barbancho, y un recital a cargo del actor y director Manuel Monteagudo, que interpretará el 7 de octubre, en dos pases de media hora, poemas de Cernuda, la mejor manera de celebrar que el amor ya puede decir su nombre.