Literatura y humor

El verso sí es cosa de risa

  • La revista 'Litoral' dedica su nuevo número al humor, en un festín editorial para el que se citan autores clásicos y contemporáneos con ganas de guasa

Ramón Gómez de la Serna, en el Circo Price de Madrid en 1923, fotografiado por Luis R. Marín.

Ramón Gómez de la Serna, en el Circo Price de Madrid en 1923, fotografiado por Luis R. Marín. / D. S.

Apunta cierta leyenda que en el París de 1957, durante los ensayos previos al estreno de Fin de partida, Samuel Beckett se dirigió a los actores: "Tenemos que lograr que el público ría a carcajada limpia". Con semejante material escrito la cuestión parecía complicada, pero lo cierto es que aquella obra, como había sucedido con Esperando a Godot, estaba muy cerca de la pantomima de Keaton y Chaplin. En lo que a la creación literaria se refiere, el humor no sólo está donde se le suele ver: también donde menos se le espera. A menudo basta un matiz leve, un guiño preciso o una ligera variación rítmica, y lo que antes se resolvía en tragedia ahora es comedia pura y dura (bien lo supo Shakespeare, que manejó ambas orillas a su antojo y las confundió hasta convertirlas en una sola, como ya había tentado un tal Fernando de Rojas).

Por eso resulta altamente significativa la aparición del nuevo número de la revista Litoral. Bajo el sencillo epígrafe Humor, el volumen, con su ya tradicional festín literario y artístico en la conformación de un objeto de gran poderío visual para solaz de coleccionistas, indaga en cuanto dejaron dicho sobre la guasa, el cachondeo, lo inesperado, lo bizarro y lo desarticulado escritores, pintores, ilustradores, cómicos, payasos y demás fauna. Bajo la premisa esencial de que seguramente sí sea humor todo lo que reluce. Y hasta un poco más allá.

Coordinado por Antonio Lafarque y Lorenzo Saval, el volumen rinde homenaje de hecho en sus hechuras a Chaplin y a Keaton, pero a partir de aquí traza un caudal que abarca desde Herodoto hasta Ben Clark pasando, claro, por El Quijote, que fue considerada novela humorística hasta que a los señores de la Ilustración les dio por travestirla. El prólogo de Felipe Benítez Reyes, titulado La tensión de la risa floja, apunta de hecho algunas fronteras por las que discurren después textos seleccionados de autores como Luis Alberto de Cuenca, Juan José Téllez, Carlos F. Heredero, Javier Salvago, José Manuel Caballero Bonald, David Leo García, Roger Wolfe, Italo Calvino, Luis Vidales, Juan Carlos Reche, Oscar Wilde, Arturo Pérez-Reverte (con su memorable tributo a Chiquito de la Calzada), Leonardo da Vinci, Julio César, Guillermo Busutil, Antonio Jiménez Millán, Carlos García Gual, el inevitable Jardiel Poncela y Baudelaire, entre muchísimos otros.

La revista incluye además cuatro artículos monográficos: una revisión de 150 años de revistas satíricas españolas a cargo de Luis Conde Martín, una aproximación al humor negro y sus límites que firma Alfredo Taján, Una defensa de la risa de Juan Luis Cano y los apuntes al humor de Paul Klee y Picasso en el texto de la conservadora jefe de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza, Paloma Alarcó. Además, como novedad, el nuevo número de Litoral incluye una separata, a modo de revista dentro de otra revista, que coordina el periodista Cristóbal González Montilla y que, bajo el título Humoral, brinda un amplio escaparate de la historia del humor gráfico en España a través de viñetas de Miguel Mihura, Tono, Castelao, Bagaria, Gila, Chumy Chúmez, Summers, Mingote, Máximo, Foges, Mena, Serafín, Perich, Vázquez de Sola, Núria Pompeia, Fernando Krahn, Gin, Cesc, Olmo, Elgar, Gallego & Rey, Peridis y Martínmorales, entre muchos otros.

Tampoco faltan accesos directos al humor desde dentro, como los que firman Paco Mir, fundador de Tricicle, y el poeta y payaso Pepe Viyuela (quien aporta un muy recomendable Teorema del poeta y payaso), ni una semblanza literaria del Carnaval de Cádiz en manos del escritor, periodista y director del Centro Andaluz de las Letras Juan José Téllez. Pero si alguna parada era obligada en este viaje era la estación que ofrece Ramón Gómez de la Serna, quien se anticipó a las generaciones posteriores al afirmar que "el humor hace pariente de la mentira a la verdad, y a la verdad de la mentira". Fuera del humorismo gráfico, artistas como Klee, Dalí , Antonio Gómez y Gutiérrrez Solana ilustran la cuestión con más o menos surrealismo. Que sí. El verso sí es cosa de risa. Y mucho tiene que ver con cierta pedrá en la cabeza.

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