Iván Llanza Ortiz

Llegaron las vacaciones de verano

academia andaluza de gastronomía

01 de agosto 2020 - 02:38

Queridos lectores, llegó el momento de dejar el teletrabajo y las videoconferencias por unos días. Es cierto que las circunstancias no son las mejores pero debemos hacer un esfuerzo los que aún podemos y activar en la medida de nuestras posibilidades nuestra dañada economía. Si alguna vez pensaron hacer algo por los demás, por nuestra sociedad, por nuestra tierra, ahora tienen una oportunidad ayudándose a sí mismo y apostando por unas vacaciones, con todas las salvedades, en las que activar nuestros paladares al mismo tiempo que disfrutamos en familia del mejor destino; el destino Andalucía.

Este año practique el turismo de carreteras secundarias y déjese caer por aquellos lugares que antes, por las prisas, los compromisos y el postureo no gozaban de su atención. Dedique ahora varias jornadas para avanzar poco a poco por nuestra tierra y deténgase donde más le apetezca: una venta, el taller de un artista, un mercado, un pequeño productor de quesos o un horticultor con un puesto de venta directa de frutas y verduras. Vuelva a aquellos años en los que las sandías y los melones se compraban a pie de carretera y active así la económica local.

Aproveche para conocer mejor nuestro paraíso natural y recorra como si estuviera en el destino más cotizado del globo; toda nuestra geografía salpicada de pequeños pueblos blancos, bonitas aldeas marineras o campos segados. Disfrute sin moderación de conversaciones infinitas con paisanos y sabios locales, aprenda, relájese y disfrute del paso del tiempo. No se fije objetivos o agenda alguna y déjese llevar por esos paisajes de antaño que ahora vuelven a estar más de moda que nunca. Aparque las prisas y retrátese junto al Toro de Osborne como si fuera la Torre Eiffel, saque partido a cada metro a cada kilómetro, piense en local.

Como no podía ser de otra manera aquí les dejo algunas pistas de mi provincia para animarles a disfrutar de ella. Empezando por la Sierra de Cádiz, les recomiendo alojarse en Hacienda el Rosalejo en Villamartín. Antes, parada obligada en Arcos para conocer a dos artistas; uno panadero, Paco Ruiz Salguero, del Horno Artesa, y otro pintor, Willie Márquez, con galería junto al embalse. Más cerca de la costa, cerca de Conil, es territorio de ventas y la de Melchor (en la foto, uno de sus platos) merece la pena cada kilómetro recorrido hasta llegar a ella. Ya en El Puerto de Santa María no pueden perderse la reapertura de un clásico renovado, Casa Flores. Quien no ha comido ensaladilla en Flores nunca estuvo en El Puerto

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