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Ha sido la estrella de Andalucía Directo durante la Semana Santa: el meteorólogo Manuel Megías, que supo poner a mal tiempo buena cara, y explicar con claridad unos pronósticos que no pintaban bien y que en la mayor parte de los casos se cumplieron. Por lo demás, las ediciones especiales de Andalucía Directo adolecieron de cierta rutina y estatismo. Como si todo estuviese inventado, sota, caballo y rey, desde el plató se fue dando paso a los puntos de directo de forma mecánica. Sin alma. Y eso, teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo en la calle, es poco admisible.
En Extremadura Televisión, por ejemplo, desde su humildad (llevan menos tiempo de andadura, cuentan con menos medios) el equivalente diario, A esta hora, con el subtítulo de 'Paso a paso, organizó su mesa de tertulia desde el plató central, donde desde el entregado presentador hasta el último de los cuatro expertos comentaron con auténtico entusiasmo cada una de las conexiones. Y alguno de los días estuvieron siete horas en directo.
De acuerdo que Extremadura sólo cuenta con dos provincias y Andalucía con ocho. Pero una vez que Canal Sur adoptó la buena decisión salomónica de dedicar uno de sus canales a dar íntegro lo que ocurría en La Campana y el otro a seguir el recorrido oficial de Málaga, no es menos cierto que en el canal principal podría llevarse a cabo un programa con más ambición que Andalucía Directo.
Puede que yo no sea quién para decirlo. Sólo un espectador que ha disfrutado a tiempo completo durante los últimos seis días con las retransmisiones de Semana Santa de todas las cadenas. Y en todo caso se trata de una crítica constructiva. Otra cuestión sería acabar con las pausas publicitarias, muchas y eternas. De todo punto inadecuadas en unos especiales como los de Andalucía Directo.
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