Usar bien los medicamentos

La farmacoterapia requiere de una cuidadosa valoración y seguimiento

Es indiscutible que muchos de los avances conseguidos en la lucha frente a las enfermedades y sus consecuencias se deben a los medicamentos que se han puesto a disposición de los sistemas sanitarios tras los correspondientes ensayos clínicos.

Hay numerosas enfermedades que en condiciones normales tienen un pronóstico sombrío y que, gracias a la disponibilidad de medicamentos efectivos, se han transformado en patologías crónicas. Otras, incluso se pueden curar gracias a medicamentos efectivos. Todo ello contribuye al paulatino incremento de la esperanza de vida.

También hay cada vez más pacientes que tienen varias patologías crónicas y que, con la correspondiente medicación, se han convertido en pacientes polimedicados que tienen que gestionar cada día numerosas terapias.

Por tanto, una buena parte del éxito de la medicina en los últimos 100 años se debe a la disponibilidad de cada vez mejores y más efectivos medicamentos. Pero la farmacoterapia requiere de una cuidadosa valoración y seguimiento. para asegurar el éxito de los medicamentos en el abordaje de las enfermedades.

Y la fragmentación del sistema sanitario entre la atención primaria y la atención hospitalaria, entre el sector sanitario y el de atención social o la falta de claridad en cuanto a las responsabilidades profesionales respecto del seguimiento de las terapias, contribuyen a que sean bastante frecuentes los problemas que derivan de la falta de efectividad, los efectos adversos y otros problemas relacionados con la terapia.

En general es muy frecuente que no se realice de manera sistemática una valoración de la terapia de los pacientes crónicos y polimedicados. Esta ausencia de seguimiento farmacoterapéutico sistemático hace que se pierdan opciones de éxito en la aplicación de las terapias y que no se detecten a tiempo problemas de inefectividad o reacciones adversas que podrían corregirse y evitarse.

Por lo tanto, una clave para asegurar la calidad asistencial radica en trabajar seriamente la gestión del uso adecuado de los medicamentos que en especial, en el caso de personas polimedicadas, se pueden beneficiar de estrategias de seguimiento que requieren el trabajo coordinado y en equipo tanto de los profesionales de ambos niveles asistenciales (primaria y hospital), como de los diferentes profesionales que contactan con el paciente (médicos, enfermeras y farmacéuticos).

Existen experiencias muy interesantes en marcha que deben servir de guía para la extensión de un programa generalizado y sistemático. Y es que llama la atención que siendo la farmacoterapia una de las actividades asistenciales más relevantes en la práctica clínica, se tenga tan en segundo plano la puesta en marcha de medidas de control para el uso adecuado de los medicamentos.

Hay que señalar que el uso racional y correcto permitiría calidad asistencial y uso eficiente de los recursos. En medicamentos se invierte en nuestro sistema sanitario más de 22.000 millones de euros al año. Usar bien los medicamentos es algo fundamental que requiere programas específicos, metodología y recursos. Conviene tomarse en serio este objetivo.

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