LA VENTANA
Luis Carlos Peris
Una noche de ilusiones
Cuidado, mucho cuidado y sobredosis de cautela ante lo que un martes que lleva el trece como guarismo inseparable puede traer en su mochila. Hoy habrá quien ni siquiera salga de su casa que aunque no se crea en las meigas, haberlas haylas. Supersticiones al cabo, pero es el día en que no se debe pasar bajo una escalera, que lo más blando que puede caerte es un albañil que haya perdido pie. Prohibido dejar unas tijeras abiertas ni un sombrero sobre la cama y hay quien no se separa de la patita de conejo que lleva en el bolsillo en días como éste. Si en martes ni te cases ni te embarques, si se apellida trece hay que tentarse la ropa porque puede pasar una esaborición. Quizá sean manías trasnochadas, quizá un producto de la incuria, pero, por si acaso, lo mejor es no tentar al destino, que quién sabe qué se trae.
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