Ventas, inscripciones, otro año igual

Tiempo rico en rumorología sobre fichajes que se eternizan y ventas que se alargan para inquietud del vendedor en esta época de mercadeo. Y como en cada verano, un problema al que no se le pone remedio. Es la incongruencia de que empiece el tiroteo con el mercado abierto, con lo que se da la circunstancia de abordar ese inicio con la plantilla sin rematar. Y todos los años se generaliza la protesta y aunque eso sirva para, en cierta medida, desvirtuar la realidad. Y esa realidad es la propia competición para que se dé la posible circunstancia de que haya futbolistas que defiendan dos camisetas en el mismo campeonato.

El mismo Cordón legaliza este engendro declarando que todo se decidirá cuando el mercado esté a punto de cerrar. Y en este estado de cosas nos encontramos con negociaciones que se alargan hasta lo indecible para drama de esos clubes que esperan como agua de mayo el maná de un traspaso apetitoso. Lo peor de esta ventana abierta es que esa venta providencial vea cómo pasan los días sin cerrarse.

Otra cuestión que preocupa en este tiempo es la dificultad que encierran las inscripciones. Es éste un problema de nuevo cuño, pues nunca hubo tantos inconvenientes para darle dorsal a Fulano, a Mengano y a Zutano. Problema añadido que aquí se ha vivido muy cerca mientras se ve cómo hay rivales que parecen vacunados contra dicho mal. Traspasos que se demoran, inscripciones en el aire, todos los veranos lo mismo.