La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Canciones para un domingo de septiembre

En homenaje a Theodorakis permítanse el lujo de oír sus raíces: los grandes Tsitsánis, Vamvakáris, Attik o Danai

Cuando escribí sobre el recientemente fallecido Mikis Theodorakis destaqué que él y su coetáneo Manos Hadjidakis dieron proyección internacional a la nueva música griega que fundía folclore, música contemporánea y música ligera moderna gracias al éxito mundial de sus partituras para Nunca en domingo en 1960 y Zorba el griego en 1964. Y es cierto. Pero nada surge de la nada y en aquel artículo no tenía espacio para recordar los genios de la música popular griega que pusieron los cimientos de las obras de estos dos grandes compositores. En este cálido y dorado domingo de septiembre, confiado en que la mayoría de ustedes tienen Spotify y se mueven en las redes, quiero recordar y proponerles algunos de esos nombres pioneros que harán más dulces, hermosas y luminosamente melancólicas -unir estos contrarios es el corazón de la música griega- sus horas y sus días.

Todo nació en los años 20 del pasado siglo por la fusión de la música popular canalla de los barrios bajos llamada rebétiko -expresión griega de lo que en otros ámbitos fue el tango, el fado, la copla, el bal musette o la chanson- y la música ligera moderna. Nacido en Anatolia, el rebétiko llegó a Grecia en 1923 con los miles de refugiados griegos hubieron de abandonarla cuando los nacionalistas turcos la ocuparon. Son sus nombres mayores Márkos Vamvakáris (1905-1972) y Vasílis Tsitsánis (1915-1984), pioneros y maestros de la música folclórica griega moderna.

Del lado de la música ligera está el gran Cleon Triandafillou, conocido como Attik (1885-1944), compositor, pianista, cantante, actor, mimo y showman de gran éxito en la Europa de entreguerras, trágica vida amorosa y desgraciadísima muerte: hundido en la depresión al morir su madre -su maestra artística y apoyo vital- y la invasión nazi de Grecia, se suicidó tras ser humillado por un soldado alemán. Sus extraordinarias canciones son la otra fuente de inspiración y precedente de Hadjidakis y Theodorakis.

Unan a estos nombres el de la cantante y compositora, además de folclorista y escritora, Danai (1913-2009), la gran dama de la canción griega, equivalente a la Concha Piquer española, la Piaf francesa o la Om Kalsoum egipcia. Y por no quedarnos en el pasado, los de las grandes cantantes actuales Elli Paspala o Evanthia Reboutsika. Óiganlos y óiganlas junto a Theodorakis y Hadjidakis. No se arrepentirán. Se lo aseguro.

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