Goles son amores y no buenas razones

COMO es habitual en fútbol, estar en buenas relaciones con el gol es lo que tiene futuro y la sabatina de ayer no hizo más que confirmar esta vieja conseja. Sevilla y Getafe acertaron en lo poco que tuvieron mientras que Athletic y Betis tiraron a la basura un manojito de ocasiones. Quiere decirse que el Sevilla alcanza, por fin, la zona continental a la par que el Betis ve el pozo más cerca, digamos que está a punto de asomarse a su brocal.

Mediante una incontestable jerarquía como local, el Sevilla fue escalando posiciones al lento ritmo que le permitía sus veleidades como viajero. No fue más quitar aquel eslogan de que no se hacían regalos para que Nervión se hiciese un fortín inexpugnable y así no perder nunca de vista la zona clasificatoria para la que está costeado el equipo. Menos el Atleti, todos los rivales directos fueron a la lona y el último, ayer Athletic Club, para intercambiarle la posición.

Quinientos kilómetros más arriba y a la misma hora, el Betis sumaba una jornada más sin ganar y sin marcar. Ayer apenas se le puede poner un pero a la defensa, pero la sensación de que por mucho que dure el partido el Betis no marca es para un paisaje negro negrísimo. Y que conste que no fue el de ayer un mal partido del Betis. Fue un partido correcto de un Betis que se mantiene en pie justo hasta que Adán ha de ir a la red a rescatar el balón, justamente hasta ahí.

Fue un partido digno hasta que el Getafe marcó y con más de media hora por delante ya no estuvo el Betis en el partido. Es más, la sensación que da el equipo en el apartado físico no es la mejor, por lo que la reacción se antoja complicada. Pero reaccionar ha de reaccionar, pues el futuro del club depende muy mucho de su permanencia donde la tele apoquina pasta. Por tanto, hay que buscar la manera y los resortes para que, ya tan cerca del brocal, no acabe cayendo en el pozo.