La Liga vuelve a parecer cosa de dos

COMPRIMIDA la cabeza, gana la Liga en todos los aspectos. Sorprendió el empate del Villarreal en Chamartín, pero sólo a los que no vieron cómo se manifestó la tropa de Marcelino. Ese resultado le da a la Liga un plus de interés aunque, desgraciadamente, vuelve a parecer el torneo de la regularidad algo sólo para dos. Únicamente Madrid y Barça aparecen como aspirantes al título con el aditivo de que ambos dependen de sí mismos.

Puede el Valencia pensar en algo más que en la cuarta plaza a partir de esta jornada en que escenificaría Nervión un recital de fútbol para hombres. A falta de exquisiteces, el fútbol también tiene cabida para una lección como la que el Sevilla recitó ante el Atlético de Madrid. Sólo le faltó ese gol in extremis que tanta gloria viene dándole para que la dicha fuese completa. Pudo decidir en la primera parte y acabó muriendo en el área de un Atleti que pedía a gritos la hora.

Impresionante está resultando el curso del Sevilla, de este Sevilla que ha convertido Nervión en un fortín similar al de hace sesenta años bajo la férula de Helenio Herrera. Entonces fue fundamental para que el equipo alcanzase un subcampeonato liguero y en éste va por el mismo camino de efectividad. Y lo más llamativo es que hasta lo ha conseguido tirando de fondo de armario, como tiró antier con una defensa que no despertaba una sobredosis de confianza, precisamente.

A través de una lección de virilidad y de disciplina táctica, el Sevilla desnudó a un Atleti que mostró una imagen poco habitual. Sin duda, la banda del Cholo no atraviesa por sus mejores días y debió salir de Nervión con los pies por delante a poco que las entradas por sorpresa de Iborra hubiesen obtenido reflejo en el electrónico. La jornada puede pasar por trascendente cuando se haga balance definitivo de esta Liga que ve cómo todo vuelve a ser cosa de dos.