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La ciudad y los días

carlos / colón

Olvidos

HICE las cosas al revés. Me deslumbró Cien años de soledad, como a todo el mundo, cuando la leí -¡hace tantos años!- en su primera edición, recién nacida la ola de admiración que desde entonces no ha cesado. Poco después leí El señor presidente de Miguel Ángel Asturias, que había recibido el Nobel de Literatura el mismo año de la publicación de la obra maestra de García Márquez. Descubrí con sorpresa que gran parte de lo que me había deslumbrado en Cien años de soledad estaba ya en El señor presidente, escrita 34 años antes. Ningún mérito quitó este descubrimiento a la obra de García Márquez, pero sí matizó mi entusiasmo. Como si Asturias fuera Cristóbal Colón y García Márquez Pizarro o Hernán Cortes.

La impresión era cierta. Asturias fue uno de los padres del realismo mágico y predecesor del boom latinoamericano de los 60. Gerald Martin, el especialista en literatura latinoamericana, ha escrito: "Más que mero escritor, Asturias fue un gran artista, gran pintor y escultor de la palabra, de la imagen. Pocos novelistas como él ha habido en el mundo y aunque no coincide con todas las modas y todos los gustos, es fuente de gozos y satisfacciones estéticas casi únicas en su intensidad". Pero añadiendo que "para ciertos sectores de la crítica contemporánea, después de la aparente revolución del boom, El señor presidente es una novela que ha envejecido. Quien esto escribe no se identifica con semejante perspectiva porque (…) su experiencia íntima de lectura tiene la misma frescura que cuando empezó a leer por primera vez esta novela".

La literatura está tan sujeta a modas, caprichos críticos, miserias personales e intereses económicos como cualquier otro negocio. Con el agravante de la desmesura de los egos. Asturias fue víctima de todo ello y de él mismo, cuando ya anciano, y dolido por el olvido al que el éxito del boom latinoamericano parecía irle condenando, se enzarzó en una bronca absurda con el joven y triunfante García Márquez. Perdió el anciano. Y por lo visto sigue perdiendo. Leo con pesar: "Guatemala olvida a Miguel Ángel Asturias. El país centroamericano ignora a su Nobel y no prevé actos en el 40º aniversario de su muerte". Afortunadamente nuestras editoriales no le han olvidado. Tienen a su disposición ediciones recientes de El señor presidente en Alianza, Lectorum, Losada y Cátedra. Denle una oportunidad, si no la han leído, y celebren así este aniversario.

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