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Presunción de culpabilidad

Se percibe una preocupante tendencia a derribar la presunción de inocencia para sustituirla por la de culpabilidad

El sistema jurídico del Estado de Derecho se basa en la idea -incuestionable por ahora- de que toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario. En los juicios, por lo tanto, se tiene que probar la culpabilidad del acusado, quien sigue siendo inocente hasta que se haya demostrado su delito o su crimen y exista una sentencia firme. Pero a raíz de la sentencia de la Manada en Pamplona y las innumerables reacciones que ha provocado, se percibe una preocupante tendencia por parte de mucha gente -políticos, artistas, intelectuales, periodistas de renombre, responsables de organismos financiados con dinero público, usuarios de redes sociales- a derribar el principio de la presunción de inocencia para sustituirlo por el nuevo principio de la presunción de culpabilidad. Es decir, que en determinados delitos -sobre todo, los delitos sexuales protagonizados por varones- toda persona es culpable a menos que se demuestre lo contrario. Y en este sentido, ya hay iniciativas que pretenden aprobar que ninguna mujer que acuse a un varón de violación tenga que demostrar que no hubo consentimiento por su parte.

Sé que las mujeres, durante siglos, han vivido un calvario de abusos y de maltratos y de violaciones que estaban obligadas a soportar con total indefensión, sin que hubiera leyes de ningún tipo que las protegieran. Todo eso es innegable. Y también lo es que los hombretones de la Manada (eso está probado en la sentencia) hicieron cosas que ponen los pelos de punta, sobre todo porque ellos no creían estar haciendo nada malo. Todo esto es repugnante e indignante, sin ninguna duda. Pero el movimiento pendular en que se mueve la historia parece llevarnos a una situación en que hechos vomitivos como los protagonizados por la Manada nos van a convertir a los varones en delincuentes en potencia. De hecho, Julian Assange ha vivido un calvario jurídico por culpa de una ley -la sueca- que establece la presunción de culpabilidad de todo varón en un caso de agresión sexual. Repito que hay miles de motivos para hacer lo posible para defender a las mujeres, pero hay garantías jurídicas que pueden desaparecer para siempre. Y no sé si el mundo del futuro -en el que mucha gente tendrá que filmar todas sus relaciones sexuales para evitar posibles acusaciones- va a ser mejor que el del presente.

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