HAY un remanso de paz y buen gusto en la programación televisiva de las tardes. Un rincón para la cultura. Media hora para olvidarnos de los titulares de la información política, de las corruptelas y de los sumarios judiciales. Media hora para asistir a una tertulia en donde solamente se habla de teatro, de música, de cine, de danza, de artes escénicas y de artes plásticas, sin pedanterías y con conocimiento de causa.

Dentro del contenedor La tarde en 24, de siete y media a ocho, se ha asentado desde hace un tiempo, y ya era hora que lo hiciera, una espacio que conducen Alejandra Herranz y Antonio Gárate (tan eficaces, disfrutando tantísimo con lo que hacen), compartiendo mesa con un par de artistas de la disciplina elegida ese día, con los que dialogan con poso y con criterio.

Esta semana, sin ir más lejos, pasaron por allí los actores Alberto Jiménez y Elisabet Gilabert, dos de los actores que representan 'Maridos y mujeres' en el Teatro de la Abadía en compañía de gentes de tanto fuste como Israel Elejalde, Nuria Mencía, Luis Bermejo y Miranda Gas, y de verdad que escuchando lo que decían y cómo lo decían, uno volvía a reconciliarse con la televisión. Amén de que en algunas ocasiones los dientes se nos pongan muy largos cuando no tenemos fácil acceso al espectáculo que en la conversación nos están mostrando.

Sería deseable, no obstante, que desde el servicio de televisión a la carta se simplificase el acceso directo a los contenidos de este programa, para que cualquier usuario pudiese recuperarlos con facilidad. Y es que, no lo olvidemos, esa media hora es de las más lustrosas que ofrece nuestra televisión actual.

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